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Sociedad contemporánea y sus tristes pasiones

La fría economía de la atención nos dirige a hacia los tertulianos, semilleros de alaridos en los que predomina la emoción sobre la convicción

Jueves, 27 de octubre 2022, 07:32

Al hablar de sociedad contemporánea, quiero referirme a la sociedad occidental, sociedad acomodada, o sociedad del bienestar que ha superado la lucha de clases y ha conseguido instalarse en el disfrute de unos bienes que deberían hacerla feliz, soñadora e ilusionada. No obstante, y a ... pesar de la franca superación de la escasez así como de las limitaciones de las necesidades básicas, nos encontramos con cierto sonido de quejas. ¡Demandas!, exigencias, protestas, movimientos reivindicativos –en ocasiones tumultuosos– trasmitiendo una sombría escarcha matutina, además de cierto grado de frialdad, y una impregnación de confusión generalizada que fomenta el nacimiento y posterior maduración, de «pasiones tristes», que lentamente envenenan, surgiendo el resentimiento, la frustración, la irritación, la contrariedad, el enfado, el hartazgo, la desazón…

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