Test de supermercado

Así lo anunció el ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, que piensa que estos kits de autodiagnóstico pueden ser una herramienta fundamental para doblegar la curva de contagios.

A la aprobación de las autoridades sanitarias alemanas se presentaron 50 modelos diferentes, de ellos, únicamente han pasado los filtros tres: Rapid SARS-CoV-2 Antigen Test Card, Lyher Covid-19 Antigen Schnelltest y Clinitest Rapid Covid-19 Self-Test, fabricadas en China y Estados Unidos.

El protocolo para llevar a cabo estas pruebas domésticas es relativamente sencillo y se pueden encontrar tutoriales en la red sobre la manera de llevarlo a cabo. Se deben tomar muestras de ambas fosas nasales con un hisopo, que se lava a continuación en un reactivo, disolviendo así una proteína específica de la superficie del virus. El líquido obtenido se deja caer en un agujero en el casete de prueba y, en el plazo de 15 minutos, la muestra de prueba fluye hacia el campo de visión del casete y se vuelve visible mediante un guion.

La posición y el número de líneas indican si el resultado de la prueba es positivo o negativo, o si se hizo algo incorrectamente durante el procedimiento de prueba y la prueba debe repetirse.

Uno de los fabricantes, concretamente la compañía Siemens Healthineers, que produce el Clinitest Rapid Covid-19 Self-Test, explica que no se necesita formación específica para realizar su prueba rápida de antígeno Covid-19, basándose para ello en un estudio realizado con 50 personas sin experiencia médica, que se practicaron la prueba a sí mismos con la ayuda de las instrucciones de uso. Según la empresa, «la prueba de antígeno Clinitest Covid-19 ofrece a los usuarios una gran flexibilidad para realizar la prueba con resultados de muy buena calidad».

En España, de momento, no tenemos disponible la opción de comprar este tipo de pruebas para hacerlas en nuestro domicilio, no ya en un supermercado, ni siquiera en una farmacia, aunque es cierto que se pueden conseguir a través de internet. Una de las razones que se aducen constantemente para no ofrecer este tipo de pruebas domésticas es la dificultad de la toma de muestras. Aunque parezca relativamente sencillo, no se puede garantizar que alguien que no sea un profesional de la sanidad consiga tomar la muestra en la cantidad adecuada y en el lugar idóneo.

A pesar de todo, las autoridades alemanas han decidido apostar por las pruebas caseras, y seguramente todos tendríamos que seguir su ejemplo. Una prueba casera, en la que la muestra no ha sido tomada por un profesional, seguramente no es suficiente para confirmar ni para descartar a nadie; pero puede ser un valioso instrumento de cribado, cuyos resultados permitan optimizar la realización de pruebas PCR, que siendo mucho más lentas y costosas, son las realmente fiables.