Tiempo de iluminados

«¡España y yo somos así, señora!», desde Marquina. Aquí, donde el más tonto apaña relojes, vivimos de ocurrencia en ocurrencia.

En los años veinte del siglo pasado, gran notoriedad alcanzaron las damas de clase media (más bien alta) que alumbraron la fórmula que ha pasado a la Historia como 'Las sin sombrero' 'Las sinsombreristas', capitaneadas por mayúsculas intelectuales, entes libres y rebeldes, partidarias del ser sobre el estar: (Margarita Manso, María Zambrano, Maruja Mallo, Rosa Chacel...). Algunas de las cuales, en la madrileña Puerta del Sol, hicieron solemnes votos de no usar sombrero en jamás de los jamases. A falta de mejor quehacer, en los últimos años se han prodigado, ad nauseam, las charlas y debates sobre el 'sinsombrerismo. Mismamente en las Matildes.

Con tal antecedente, lo del sincorbatismo estaba por llegar. Y llegó. Hace una década o más, por mor del ministro sociata Miguel Sebastián. De quien abusivamente toma la mágica fórmula Pericosánchez:»

-Para en verano no pasar ni pizca así de calor / mandar a la mierda la corbata es lo mejor de lo mejor.

Y, como el calendario corre que vuela, de cara al próximo invierno se le brinda al Presi una ocurrencia infalible para aminorar el consumo eléctrico nacional en invierno. Decrete que desde noviembre a marzo todos los peninsulares nos vayamos a vivir a las Canarias.