Borrar

Más montañés imposible. Rima con pequeñuca y linduca. No es una tienda. Es la tienduca. Y no es de María, sino de Mariuca. Se encuentra en la estrecha calle de La Braña, lugar de paso en descenso al Sardinero desde la avenida de Los Castros. ... Lo que se vende a la vista está. El cartel avisa de lo que dentro es halladero. En bilingüe: «LA TIENDUCA DE MARIUCA. PAN. PRENSA. ALIMENTACIÓN. BREAD. PRESS. FOOD». Frontalmente rezuma un cierto aire marinero. Puerta medianera acristalada, de verde madera el marco. Un plano exhibidor a cada lado. Y arriba, abarcado el todo, un arco de madera, con un anuncio de MIKO, al centro, más congelado que helado. Fuera, a la derecha según se mira, sobre un arcón para el servicio de repostaje de prensa dormita un gato montañés de Angola. Y más allá, limpian de restos el suelo las gaviotas. Todo en plan muy recoleto. Como la vida misma. En los exhibidores externos, lucen revistas del corazón. Y latas de anchoas que miden el paso del tiempo con el infalible reloj de sus pálidas envolturas. La Tienduca de Mariuca abastece a la vecindad. Y, también, a quienes por Mesones buscan la Segunda del Sardinero para tomar el sol, jugar a las palas y darse un cole. Dentro, se expende pan. Del día. Barras, finas, largas. Y chapatas que huelen a pan campesino. El chusco ya no se lleva. Que, en cuestión de pan, nos hemos afrancesado. Claro está que sin perder nuestro natural humorístico, tan proclive a sacar punta a todo. Con recochineo, los bromistas piden una 'funcionaria' en lugar de una 'baguette'. Y los veraneantes mejicanos, con mucha bravura nombran 'sobaos machotes' a los de El Macho. Por La Tienduca de Mariuca no pasa el tiempo. Entre cristales, andan revistas tan añejas que parecen del tiempo en que Julio Iglesias se casó con la Preysler.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes La Tienduca de Mariuca