Tran-transición

Estábamos en una transición ecológica, que recuerde. Hasta hay un ministerio homónimo. ¿Qué pasa con ella ahora, especialmente en lo que nos afecta en Cantabria? ¿Conviene que Solvay apresure el fin del carbón o tiene que hacer como los alemanes? ¿Hay que acortar los plazos para la instalación de parques eólicos? ¿Dejará la ampliación de la hidroeléctrica de Aguayo de ser una leyenda urbana para la serie de misterios locales de Aser Falagán? ¿Hay que acelerar la colocación de puntos de repostaje eléctrico? ¿Sería mejor un programa de subvenciones masivas para fijar en los tejados placas solares? ¿Hay que replantearse un embalse en alguna parte? ¿Y una central nuclear estilo francés?

Los proyectos de energías marinas y/o geotérmicas, ¿no convendría agilizarlos al menos tanto como esa refulgencia marciana que se instaló en el Pctcan (con una bandera rusa, por cierto) y hasta hoy? ¿Hay planes de transporte público para que el personal use más autobuses y trenes de cercanías? En alguna parte, ¿no vendría mejor un carril-tranvía o similar, que un carril-bici?

¿Dónde está la campaña de consejos para ahorrar energía en el hogar y las oficinas, y en todo tipo de cachivaches electrónicos? Si se trata de aunar rápidamente autonomía política y razón energética, no sé a qué esperamos.

Si usted sabe contestar a algo de todo esto, le podemos dar el diploma de persona mejor informada de Cantabria. Y si no sabe, bienvenido al club. La tran-transición no abunda en locuacidad. De hecho, ni sabemos quién la lidera.