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Óscar Bellot
Miércoles, 1 de junio 2016, 21:23
James Bond mudará de faz. Eso es al menos lo que parece atendiendo al hartazgo de Daniel Craig con el personaje. Tras revitalizar una franquicia alicaída por el atildado barniz que le había aplicado Pierce Brosnan a 007, el actor británico ha sido rotundo cuando se le ha preguntado por una quinta incursión en el mundo creado por el escritor Ian Fleming. "Preferiría romper este vaso y cortarme las venas", espetó al ser interpelado por la revista 'Time Out' sobre un eventual retorno. Su cansancio llegaría al punto de haberle llevado a rechazar una oferta de 88 millones de euros por mantener su licencia para matar, según reveló hace un par de semanas el diario 'Daily Mail'. Así las cosas, la productora Barbara Broccoli anda a la caza y captura de un nuevo puntal para la Inteligencia al servicio de Su Graciosa Majestad, auspiciando uno de los más extraordinarios debates cinematográficos de los últimos tiempos.
La salida de Craig, dada por segura pese a que en su día firmó un contrato para cinco películas de Bond, ha alimentado las apuestas sobre quién tomará el testigo del rubicundo intérprete. Y ha abonado el terreno para quienes demandan un giro radical. Son muchos los que claman por un Bond negro. Y a ellos se han sumado en las últimas fechas los que apuestan por una variación en el género del protagonista. Veinticuatro filmes de James Bond se les antojan más que suficientes. ¿Por qué no dar carta blanca al primero de una Jane Bond? Una opción esta última que cobró brío hace unos días en Twitter cuando un fan insertó la silueta de Gillian Anderson ('Expediente X') en un póster ficticio del Bond 25. "Se llama Bond. Jane Bond. ¡Gracias por todos los votos! Y lo siento, no sé quién hizo el póster, pero me encanta", escribió la aludida en su cuenta, rubricando el apunte con el hashtag #NextBond.
Gillian Anderson no es la única fémina que ha mostrado su interés por Jane Bond. No menos fervor le suscita dicha posibilidad a Priyanka Chopra, quien se considera avalada por su rol en 'Quantico', serie que ha certificado su renovación para una segunda temporada pese a que las críticas no han sido demasiado entusiastas. "Me lo dicen constantemente, pero paso de eso. Yo quiero ser Bond", respondió cuando la revista 'Complex' le preguntó si le gustaría ser una 'chica Bond'. La tercera en postularse ha sido Emilia Clarke, quien no dudaría en sumar a su condición de khaleesi la de agente del MI6, sobre todo si su 'chico Bond' fuese Leonardo DiCaprio. La Daenerys Targaryen de 'Juego de Tronos' no expresaba con esas declaraciones sino un deseo formulado medio en broma medio en serio, pero a sus seguidores les ha bastado para empezar a frotarse las manos.
Que una mujer ocupase el lugar central en el 'firmamento Bond' supondría una auténtica revolución que contribuiría a calmar las voces que piden mayor número de papeles de postín para ellas. Pero sería un paso muy arriesgado dentro de una franquicia cuyos responsables siempre han sido conservadores. Máxime cuando hablamos de un personaje 'parido' por Fleming en 1952, que pasó por el cómic y la televisión antes de saltar al cine en 'Agente 007 contra el doctor No' (Terence Young, 1962), y que ha dejado su impronta desde entonces en 24 largometrajes oficiales, más otros dos no oficiales, en los que ha lucido seis rostros diferentes, todos ellos blancos y viriles. A diferencia de los ejecutivos de Disney, a los que durante tiempo se reclamó con razón que abriesen su arco racial, trasladando a la pantalla la multiculturalidad imperante en el mundo, Bond es un personaje de una pieza, con rasgos y costumbres marcadas a fuego que, con mayor o menor éxito, han sido respetadas 'grosso modo' por todos los actores y directores que con él se han relacionado a lo largo de las últimas cinco décadas y media. Brosnan se quedó con la elegancia y Craig con la fuerza bruta, pero a ninguno puede reprochársele haber repudiado su esencia. Bond, con sus fallos y aciertos, es el espejo en el que muchos hombres se miran. Sagaz, elegante, corajudo como nadie, seductor Fleming le adornó con un compendio de virtudes que para sí quisieran. Cierto es que también peca de machismo, pero se le perdona. Trocar su género les dejaría sin brújula, una auténtica herejía.
Baile de nombres
Herético sería considerado también por algunos incondicionales de Bond un 007 negro. Una carta que los productores han barajado con la figura de Idris Elba. El londinense lleva largo tiempo en las quinielas. Su papel en 'The Wire' le puso en el radar de los espectadores y motivó que Anthony Horowitz, autor del último libro sobre James Bond, se manifestase en contra de que recibiese su licencia para matar al considerarle "demasiado rudo y callejero". El escritor se granjeó un aluvión de críticas, entre las que no faltaban acusaciones de racismo, aunque el afectado pareció tomárselo con mejor humor. Un incidente que sus partidarios aprovecharon para destacar sus credenciales como futuro Bond. Elba es un auténtico monstruo de la interpretación, como ha puesto de manifiesto en 'Beast of No Nation' (Cary Joji Fukunaga, 2015), película por la que inexplicablemente no figuró entre los candidatos al Oscar. Su fichaje como Bond aseguraría que el personaje mantuviese algunos de los mejores valores que Craig le ha aportado. Con él no habría medias tintas. 007 seguiría actuando primero y preguntando -si acaso- después. Bond seguiría siendo Bond, aunque a Fleming ni se le pasase por la cabeza una piel oscura.
Y luego están las opciones más convencionales. El último adscrito a ellas es a href="http://www.imdb.com/name/nm0068260/?ref_=fn_al_nm_1" target="_blank" title="http://www.imdb.com">Jamie Bell, que rejuvenecería a Bond más de una década y media después de saltar a la fama con 'Billy Elliot (Quiero bailar)' (Stephen Daldry, 2000). Pero por la que menos dinero se paga es la de Tom Hiddleston. Viejo conocido de Idris Elba al haber habitado ambos en el reino de Asgard, el también londinense tendría avanzadas las negociaciones para convertirse en 007. Su desempeño en el firmamento Marvel, con un Loki convertido en el villano preferido de los espectadores, le ha transformado en uno de los actores de moda. Pero ha sido su actuación en 'El infiltrado' la que parece haber llevado a Barbara Broccoli a pensar que él es el más idóneo para suceder a Daniel Craig. La miniserie creada por David Farr a partir de una novela de John Le Carré publicada en 1993 ha sido más que suficiente para otorgarle la condición de favorito. Y, de paso, podría convertir a otra de sus artífices, Susanne Bier ('Cosas que perdimos en el fuego'), en la primera mujer al timón de una película de James Bond. De concretarse el fichaje de Hiddleston, la danesa sería la mejor colocada para colocarse tras la cámara. Porque esa es otra, Bond no solo busca nuevo rostro sino que también cambiará de tutor.
Sam Mendes, responsable de las dos últimas entregas de la franquicia -'Skyfall' (2012) y 'Spectre' (2015)-, también se ha apeado del Bond 25, manifestando su deseo de que le relevase alguien inesperado. Unas palabras suficientes para que comenzase el baile de nombres. Christopher Nolan, enfrascado actualmente en el rodaje de 'Dunkirk'; Paul Greengrass, recién salido de la sala de post-producción de 'Jason Bourne'; John MacTiernan, responsable de 'Jungla de cristal' (1988) y 'La caza del Octubre Rojo' (1990) pero sin títulos en su haber desde que en 2003 entregase 'Basic'; Wolfgang Petersen, desaparecido también desde hace una década; o Quentin Tarantino, perfil perfecto para materializar el anhelo de aire fresco manifestado por Sam Mendes, son algunos de los nombres puestos sobre la mesa por 'Variety'. Sin desmerecer a Kathryn Bigelow, que podría sumar un nuevo hito tras convertirse en 2010 en la primera mujer en ganar el Oscar a la mejor dirección.
Alusiones todas ellas fruto de la mera especulación, sin nada real que lleve a pensar que figuran realmente en la agenda de Barbara Broccoli, la única con poder para despejar las numerosas incógnitas que tiene el futuro de Bond. "La verdad, y éste es el titular, es que esto no es una democracia", apuntó recientemente Sam Mendes en declaraciones efectuadas al diario 'The Telegraph'. "Barbara Broccoli va a decir quién será el nuevo James Bond. Fin de la historia", agregó el cineasta, recordando que fue ella la que se decantó por Craig cuando casi nadie creía en él. Una apuesta llena de riesgos de la que salió más que bien parada. El actor insufló aire a una franquicia que daba signos de decaimiento. Hoy parece difícil pensar en que alguien pueda estar a su altura. Pero si ni la celebérrima presentación -"me llamo Bond, James Bond"- está asegurada, ¿quién osaría predecir nada? Quién sabe, quizás al final hasta resulte que Craig acabe cediendo.
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