«Nos están acorralando»
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Críticos. Los comerciantes y hosteleros de la villa se sienten «desarropados» y consideran que el cierre es «injusto»Secciones
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Críticos. Los comerciantes y hosteleros de la villa se sienten «desarropados» y consideran que el cierre es «injusto»No había otro tema de conversación en Colindres. Tras conocerse la noticia del cierre perimetral del municipio y de toda actividad no esencial a partir de este jueves, predominaba en el ambiente una sensación de abatimiento, especialmente entre los comerciantes y hosteleros, ... que ven en estas nuevas restricciones una estocada más para un sector –el del pequeño negocio– que ya agonizaba y lleva meses subiendo la persiana a duras penas.
Muchos se esperaban el cierre por el incremento de los contagios, pero entre los comerciantes fue acogido como un jarro de agua fría porque consideran que situación es «injusta». Así se expresaba María José Martínez, presidenta de la Asociación de Pequeña y Mediana Empresa de Colindres (Apymeco), que puso en valor el cuidado que ponen los negocios del municipio en el cumplimiento de las normas sanitarias, siendo ellos los primeros interesados en poner cortafuegos al virus. «En el comercio se guardan todas las medidas de seguridad, guardamos los aforos, estamos con mascarilla, tenemos todo super limpio y solo nos falta ponernos el 'sanytol' por vena».
Para Martínez el cierre de la actividad considerada no esencial no es la medida idónea para paliar los contagios y, «en realidad lo que van a hacer es hacernos cerrar a los comerciantes y hundirnos». Y a la hostelería, añadió, «más ya no se la puede machacar». En su opinión, más efectivo hubiera sido cerrar la hostelería en octubre, pero dándoles ayudas:«Ahora estaríamos todos mejor y no habría que cerrar todo».
Tasa de incidencia 14 días. 884
Tasa de incidencia 7 días. 353
Casos activos. 96
Casos acumulados. 367
Recuperados. 268
Fallecidos. 3
Los socios de Apymeco, que incluye también a la hostelería, se sienten «desarropados» y claman por las ayudas. Según la presidenta de la agrupación, los socios creen que «se les está acorralando por todos los lados y no ven una salida». Algunos vecinos aprovecharon este miércoles, las últimas horas de apertura de los bares, para disfrutar del que será el último café o vino en al menos dos semanas. El cierre perimetral de Colindres y el vecino Laredo monopolizó ayer todas las conversaciones en las terrazas de los bares y en la calle. «Va a ser peor la ruina económica que este problema», comentaba Antonio Araújo, preguntándose de dónde va a salir después el dinero para sacar al país de la crisis. Lo que tiene claro es que «hay que convivir con ello», y como él, muchos vecinos abogaban por un equilibrio entre la salud y la economía.
Merche Nazábal, dueña del bar Chade, criticaba el cierre de los bares e invitaba a que «vayan a las universidades y vean cuantos alumnos hay en las aulas». Para los bares, dice, «está siendo muy duro, porque te dejan trabajar al 15 o al 30% y te cobran el cien por cien de la tasa de autónomos, el trimestre, etcétera».
A la mayoría de colindreses el cierre no les cogió por sorpresa. «Estaba cantado». Lo que pasa es que «siempre pagamos el pato los mismos», es decir, los hosteleros. Al dueño de la Cervecería Acuario, que retomó el pasado 18 de diciembre el restaurante que abrió hace 27 años y que hasta ahora ha pasado por diferentes manos, le salva que en este breve tiempo de apertura ha logrado hacer clientela fija y que tiene servicio a domicilio, por lo que hoy podrá volver a encender los fogones. Antonio Ruiz entiende que se cierre para desacelerar los contagios, pero no que se haya permitido llegar a esta situación, que se podía haber atajado, afirma, siendo más restrictivos con los centros comerciales o en el transporte público.
Y es que en las calles del municipio también se escucharon voces a favor del cierre con el objetivo de atajar la escalada de casos de coronavirus en Colindres. Pero el cierre «llega tarde», a juicio de Alberto Salcines, que piensa que se debería haber decretado antes y no solo en Colindres, sino para todos. A su entender la apertura durante las Navidades estaría detrás de la creciente incidencia y cree que no se debería haber permitido tanta afluencia de gente en las grandes superficies en esas fechas, ni los encuentros familiares. «Ahora lo estamos pagando», sentenció.
El cierre integral «está bien hasta cierto punto si va a conseguir controlar la pandemia, pero quién sabe donde está el problema», apuntó Ana Solana, dueña de El Kiosko de Ana. Eso sí, «lo que no se puede es cerrar hoy para dentro de cuatro días, que viene Semana Santa y vendrán otras fiestas, volver a abrir», sentenció.
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Daniel Martínez José María Gutiérrez
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