Triple triunfo y brindis al cielo en la novillada de Rasines

Lo que iba a ser una fiesta tuvo un sabor agridulce, tanto sobre la arena como en la comida previa al festejo, una paellada a la que asistieron 50 personas. Y es que faltaba Javier Gómez, impulsor de la Escuela Taurina de Cantabria y presidente de la peña Félix Rodríguez, que había fallecido unas horas antes. Presidente de honor desde las alturas, los novilleros elevaron sus monteras al cielo para homenajear su figura, torearon con un pañuelo azul de la Félix en la arena y lucieron lazos negros en señal de respeto. Con algo más de media plaza, el respetable se refugió en la zona de sombra del intenso calor dominante.

La principal atracción de la tarde era la tercera comparecencia seguida juntos de Eduardo Rodríguez y Hugo de Juana, que esta vez se enfrentaban a reses de Ignacio López Chaves y a las características del coso de los Mártires, con forma cuadrada, reducidas dimensiones, sin callejón...y con un encanto y un cuidado únicos.

Con todo, cuando las ganas son el impulso todas las dificultades parecen menores. Eduardo sorteó en primer lugar un novillo que le permitió crecer en una tauromaquia todavía más entusiasta que formal, como es normal, pero que ya adquiere con el paso de los festejos tintes de temple, colocación y soltura. El de Labarces sorteó un primer oponente bien presentado al que banderilleó con éxito y al que cuajó, sobre todo, por el pitón derecho con dos series ligadas y templadas. Lo pasaportó de media estocada y cortó una oreja. El quinto, brindado a Eduardo Martínez, gerente de Tudanca Toros, y José Miguel Álvarez, presidente de la Asociación Taurina de Cantabria, fue el más complicado del encierro. Rodríguez clavó los rehiletes con entusiasmo y, posteriormente, salió a por una oreja que se llevó pese a no acertar con el estoque a la primera.

De Juana, por su parte, hace apenas unos días cortaba dos orejas y rabo en Zahínos, provincia de Badajoz, donde se forma y entrena. En primer lugar tuvo enfrente un eral que nunca se confió ante la muleta del cántabro, que porfió para conseguir momentos lucidos y que, tras un pinchazo y una estocada, se llevó un apéndice. En el sexto no quiso quedarse atrás y cortó otra oreja para salir a hombros.

Abría la terna Joselito de Córdoba, con más festejos a su espalda que los cántabros, que cortó una oreja del novillo que abrió plaza con una actuación seria en la tiró de oficio. El andaluz ha paseado ya sus maneras por plazas de importancia, algo que demostró en Rasines para cortar dos orejas a un animal que fue premiado con la vuelta al ruedo.