Los comerciantes de Reocín exigen más vigilancia ante otra «oleada» de robos

«Hay que ir con cita, y como hoy solo me la daban a la una, que es cuando estoy dando las comidas, pues la próxima es esta», explica desanimado ante las escasas posibilidades de dar con los culpables y acabar con el problema. Por su cuenta ya ha instalado cámaras de vigilancia aunque, como el ladrón que aparece iba tapado, «no sirve para nada». Esta última vez, los ladrones, que han entrado por una ventana que tiene sobre una puerta y queda medio cerrada con un pasador, se han llevado jamones y quesos.

También tres veces han intentado robar en la peluquería Arte, propiedad de Rosario Gutiérrez, si bien en la última no llegaron a entrar porque un vecino les pilló y les ahuyentó. En las otras dos ocasiones se llevaron los productos con los que Rosario trabaja, en detrimento de otros objetos que vende como planchas de pelo de alta gama, que dejaron en su sitio. También faltó el dinero de la lotería de una asociación y el cambio que tenía en la caja. «Si son profesionales, arrasan con todo», opina la peluquera, extrañada por la elección al tiempo que lamenta que «es más la faena que te hacen y la impotencia que sientes». Uno de los días que entraron en el local lo hicieron por la ventana y, en la segunda ocasión, destrozaron la cerradura y la puerta. Ese mismo día actuaron también en otras dos peluquerías. «En una le quitaron un ventilador de la ventana», cuenta.

En la misma línea que el hostelero, Rosario lamenta que para denunciar «haya que pedir cita por internet y, después, el que se dedica a tramitar la denuncia te dice que no tienen efectivos», por lo que considera que todo se queda «en un mero trámite».

«Te duele mucho que te entren pero sobre todo, que nadie ponga los medios. Sientes que no tienes protección», comenta y añade que tanto ella como el resto de los afectados se siente «desprotegidos».

Por ello buscan sus propios métodos para intentar evitar este tipo de actos. En su caso, ha instalado una cerradura más fuerte y una alarma, pese a haber opinado siempre que un negocio como una peluquería no requería de especial protección o atractivo para los cacos. Como solución, creen que tendría que haber rondas de policía por las noches y los fines de semana, algo que no es factible con la actual plantilla municipal.

Al respecto, el alcalde de Reocín, Pablo Diestro, lamenta estos hechos y explica que desde el Ayuntamiento se ha aumentado en los últimos años la plantilla de la Policía Local, «que ha pasado de contar con tres a tener cinco efectivos». Además, recuerda que se seguirá «intentando instalar las cámaras de videovigilancia en varias zonas del municipio», como se ha hecho en el parque de La Robleda de forma provisional.

No obstante, puntualiza que este Ayuntamiento tiene una tasa de criminalidad «muy baja», ya que en la última Junta Local de Seguridad, se informó de que «está por debajo de la mitad de la media de España». Por ello, considera que en Reocín, «no suceden demasiadas cosas y cada vez que ocurre algo parece que es una gran noticia». Lo compara con los datos de Torrelavega: «Es el municipio de al lado y situaciones de estas se dan a diario». Por tanto, cree que «los comercios también tienen que poner las medidas de seguridad necesarias para que estas cosas no sucedan».