La cueva Hornos de la Peña vuelve a abrir sus puertas tras dos años de cierre

La cueva es una de las más desconocidas y enigmáticas de la región. Una cavidad no urbanizada que muestra grabados de bisontes, caballos, ciervos, cabras, uros y renos, además de un antropomorfo con brazos al cielo, similar a los de otras cuevas y conocidos como 'orantes'. También alberga alguna pintura de la época magdaleniense.

En San Felices la noticia ha gustado especialmente por su contenido y por la rapidez con la que Cultura ha respondido a las demandas planteadas el pasado lunes por el Consistorio tras dos años de «olvido» de una de las cavernas declaradas Patrimonio de la Humanidad en Cantabria, como señaló el alcalde, José Antonio González Linares.

El alcalde visitó a Gema Agudo acompañado de una de las personas que mejor conoce la cavidad, Ludovico Rodríguez Liaño, y lo hizo para plantear la necesidad de reabrir «cuanto antes» la cueva. Un alcalde «más que satisfecho» por la «buena predisposición de la directora» y sobre todo con la decisión de abrirla en apenas una semana, algo en lo que coincidió con Rodríguez Liaño, guía de esa y otras muchas cuevas durante años.

La satisfacción es doble, porque además se ha aceptado otra de las cuestiones «necesarias» que se planteaba desde el Consistorio, un guía permanente y presencial, para atender las visitas de aquellos que se acerquen a la cueva sin cita previa, «dando cobertura a las decenas de personas que recorren la ruta de la mitología del monte Tejas y que, en muchos casos, se quedaban con las ganas de ver la cueva, cercana al inicio de esa ruta», explicaba Rodríguez Liaño.

Los dos, alcalde y experto, coincidieron en que «nos habíamos encontrado una más que buena disposición y el apoyo de la dirección a nuestra petición, y ahora hemos comprobado que no solo eran buenas palabras». Gema Agudo ha señalado que «es una muestra más del compromiso de la vicepresidencia del Gobierno regional con la difusión de nuestro patrimonio mundial, logrando que sea un instrumento de desarrollo sostenible en las zonas rurales de Cantabria».

Una «muy buena noticia» que maneja ya datos sobre lo que puede ser la temporada de visitas, porque Ludovico Rodríguez recordó que la cueva ya estuvo un año abierta como va a suceder ahora y fueron 1.400 las personas que pudieron verla, a pesar de que por su estructura solo se permitían entonces cuatro personas y el guía en cada entrada.

Incidió en «la inigualable experiencia» de visitar una cueva que «al no estar urbanizada es mucho más atractiva, más real». Incluso otra ventaja es el que esté tan limitado el número de personas por pase. «La gente lo agradece porque con dos personas se disfruta mucho más, es una visita de lujo, personalizada».