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El presidente de la Escuela de Medio Ambiente de Camargo, Juanjo Paredes, posa en un puente de la marisma de Alday Javier Gangoiti
Alday: Un oasis entre el asfalto
Escenas de verano

Alday: Un oasis entre el asfalto

La marisma atrae y sorprende cada vez a más visitantes

Javier Gangoiti

Santander

Domingo, 23 de agosto 2020

Antes de que los naturalistas pusieran en marcha su recuperación definitiva, allá por 1992, todo el terreno que hoy ocupa la marisma de Alday, a caballo entre Camargo y Santander –aunque perteneciente al primero–, estaba lejos de ser un refugio agradable para los seres ... vivos de la zona. «Era un fangal absoluto, un espectáculo de degradación». Juanjo Paredes, presidente de la Escuela de Medio Ambiente de Camargo, se queda prácticamente sin calificativos cuando es preguntado por aquella postal presa de los vertidos. Han pasado 28 años desde que la restauración de esas 75 hectáreas recogidas entre autovías, líneas de tren y gigantes comerciales permitiera imaginar no sólo un hábitat fundamental para una gran diversidad de aves sino un destino al alza para muchas familias y amantes de la naturaleza. Le gusta decir que es «un milagro», como un oasis entre el asfalto.

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