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Camargo ya ha superado la cifra de 15 kilómetros construidos de carril bici. La culminación este último mes del tramo que une Maliaño con la ría de Boo ha superado la barrera de los quince mil metros y ha mejorado uno de los mayores puntos de encuentro cultural y deportivo del municipio: el centro cultural La Vidriera. Con una longitud de 1,65 kilómetros, este carril ha creado un trazado que enlaza toda la avenida de Cantabria de Maliaño, con otros tres viales: el que llega al parque de Cros, bordeando el centro comercial Valle Real; el que conecta con la pasarela ejecutada sobre la ría de Boo; y el que se extiende hasta el carril bici de El Astillero. La unión de ambos puntos ha supuesto una inversión total de 432.575 euros compartidos al 50% por el Gobierno regional y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
Precisamente, la zona que pasa por la Avenida de Cantabria y llega hasta el centro cultural La Vidriera se ha convertido en una calle en la que el ciclista comparte espacio con el coche, regulándose esta convivencia con el pavimento existente a base de adoquín, un límite estricto de velocidad, así como las correspondientes marcas viales y señalización vertical. Por su parte, La Vidriera ha ganado un espacio público para el peatón y los usuarios del centro gracias a la creación de una pequeña plaza situada frente al edificio cultural.
1,65 kilómetros es la distancia del último tramo construido que une Maliaño con la ría de Boo.
432.575 euros es la inversión del último tramo compartido al 50% por Cantabria y el Feder.
432.575 15,3
15,3 es la cantidad de kilómetros construidos en Camargo a día de hoy.
10 kilómetros es la distancia del circuito de Parayas, el carril bici más largo del municipio.
El resto de la Avenida de Cantabria, que llega hasta el acceso a Ferroatlántica, se ha transformado en una senda compartida entre el peatón y el ciclista -con prioridad siempre para el peatón- lo que ha permitido ganar más espacio hacia los terrenos del ferrocarril que atraviesa la localidad camarguesa. El tramo final, hasta el enlace con la pasarela de la ría de Boo, está dotado de marcas viales y señalización vertical y se ha construido un pavimento adecuado de una anchura de 4 metros.
Cabe destacar que este vial se enmarca dentro de la estrategia Redes que plantea el desarrollo de redes de vías ciclistas, de itinerarios y de infraestructuras complementarias, dentro del proyecto de Red de Vías Ciclistas de la Bahía de Santander, que a su vez se enmarca dentro del Plan de Movilidad Ciclista de Cantabria, cuyo objetivo fundamental es fomentar el uso cotidiano de la bicicleta, utilizando y considerando la misma como un modo de transporte más.
Según anunciaron en la presentación de estas obras, el próximo movimiento en la agenda del Ejecutivo cántabro es comenzar la construcción de un tramo de algo más de 600 metros de longitud que unirá la pasarela construida en la zona por el Ministerio de Fomento con el tramo de las marismas.
Para la alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, este tramo de carril bici es «muy favorable» para los vecinos porque «por fin se les ha escuchado». «Ellos han sido los que llevan pidiendo muchos años más kilómetros de carril bici y un casco urbano conectado con Santander». Igualmente, se ha mostrado «muy satisfecha» con el espacio público ganado, la acera más ancha y la remodelación de los alrededores de La Vidriera.
Este vial se sumará a los más de 15 kilómetros construidos de carril bici en Camargo, uno de los municipios que más apuesta por este medio de transporte. Entre ellos están los 10 kilómetros de carril correspondientes al circuito de Punta Parayas, el más largo del Valle. Se trata de ruta de gran valor paisajístico, ya que discurre por el Puerto Deportivo Marina del Cantábrico, la Charca de Raos, la Marisma de Parayas, y el Cementerio de San Juan, dentro del cual se localiza el Yacimiento Romano-Medieval. Además, está el circuito del Polígono de Raos de 1,4 kilómetros y los 2,3 kilómetros de vía ciclista que unen las Marismas de Alday y el Parque de Cros.
Una de las máximas del equipo de gobierno de Camargo durante la actual legislatura ha sido la falta de plazas de estacionamiento en el casco urbano para atender al elevado volumen de tráfico que atrae cada día el centro del municipio. Esta misma problemática afecta de la misma manera a los usuarios de La Vidriera que, en horas puntas y sobre todo durante la tarde, les resulta complicado encontrar aparcamiento. En este sentido, la alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, ha adelantado a este periódico que el Consistorio «ha adquirido un nuevo espacio para derribar las naves de detrás de La Vidriera y convertirlo en aparcamiento público para rematar así la obra que estaba demandando el centro cultural». «El fondo inversor que va a remodelar el polígono de Cros derruirá estas naves para duplicar el aparcamiento del La Vidriera». Con esta iniciativa, se ganaría un nuevo espacio público y se compensaría así un terreno en el que solo se puede edificar un aparcamiento o destinarlo a zonas verdes. Igualmente, Bolado ha explicado que, «en cuanto se complete el traslado de la Biblioteca a Cros, comenzará la obra para remodelar integralmente el interior del edificio de La Vidriera».
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