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«Hemos llegado a dar clase con abrigo, bufanda e incluso guantes». Lo asegura una profesora del CEIP Pedro Velarde de Muriedas, quien reconoce que, tras sus doce años de docencia en el centro, «jamás» ha llegado a pasar «tanto frío». «Hemos llegado a estar ... a 14 grados en las aulas», se lamenta. La dirección del colegio, que asegura llevar insistiendo desde hace meses a la Consejería de Educación para que se autorice la puesta en marcha de la nueva caldera, va más allá: «Si seguimos así el 9 de enero, desde el claustro de profesores estamos dispuestos a no impartir clases».
El motivo de la indignación de esta comunidad educativa -de la que se hizo eco ayer el sindicato de UGT- radica en que, desde que empezara el curso, el colegio Pedro Velarde no ha podido encender la calefacción nueva que se ha instalado en sustitución de la antigua. Son cerca de 30 profesores y 17 unidades afectadas (unos cuatrocientos alumnos) por este problema y desde el centro se teme que, una vez llegue el invierno, a la vuelta de vacaciones de Navidad, la situación termine por empeorar.
La dirección del colegio apunta que todo se debe a una cuestión burocráctica, de papeles. Porque, trasladan, según les ha dicho Educación, para que Industria conceda la autorización para la puesta en marcha de la nueva calefacción -instalada según el centro desde «finales del mes de octubre»-, se necesita aportar la documentación de la instalación antigua, «que tiene unos 53 años». Y esta «no aparece». «Llevamos insistiendo en que nos den una solución, en que tiene que haber alguna forma de arreglarlo. Y, de momento, lo que se ha hecho por parte de la empresa es ponernos cuatro calefactores para todo el centro, algunos colgados con bridas del techo y otros apoyados en mesas para todo el centro. Una medida que no nos parece suficiente ni efectiva, porque el calor no llega a las aulas, solo a los pasillos comunes», lamentan.
Ayer, el Sector de Enseñanza de la Federación UGT-Servicios Públicos de UGT denunció el caso ante la opinión pública y acusó directamente a la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria de «dejadez» e «irresponsabilidad» por mantener centros educativos de la región como este sin calefacción y sin la temperatura mínima de 17 grados que marca la ley para cualquier centro de trabajo.
Según especificó la secretaria de Enseñanza de UGT en Cantabria, Cristina Otero, el Pedro Velarde lleva en esta situación desde el inicio del curso y la solución alternativa de instalar calefactores individuales «entraña todo tipo de riesgos, desde incendios a quemaduras o tropiezos». Además, añade Otero, ni siquiera con estos calefactores altamente peligrosos «se alcanza la temperatura mínima de 17 grados centígrados estipulada por la ley en las aulas y en cualquier centro de trabajo».
Por eso, para el sindicato, «la Consejería no puede tener tan poco respeto por la seguridad y salud de los docentes y su alumnado» y pese a haberlo denunciado desde el inicio de curso, «es ahora cuando la Consejería de Educación nos convoca a una reunión del Comité de Prevención de Riesgos Laborales para hoy miércoles».
Fuentes de la Consejería de Educación consultadas por El Diario Montañés se limitaron a confirmar ayer que las obras para la instalación de la nueva caldera ya concluyeron, que «en breve» se pondrá en servicio y que mientras eso se materialice, se han instalado «bombas de calor».
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