

Secciones
Servicios
Destacamos
«Entraron en nuestra parcela, rompieron la ventana de la furgoneta, quitaron el freno de mano, la empujaron contra la casa y, entonces, prendieron fuego». ... Con la voz rota y la suela de las zapatillas manchadas de hollín, María Ángeles Cuerno intenta resumir el «infierno» que ella y su marido, José Antonio Fernández, tuvieron que sufrir la noche de este pasado martes en su casa del barrio La Verde, en Herrera de Camargo. El vehículo, prácticamente empotrado contra el garaje de la vivienda, yace calcinado desde entonces, igual que todos los enseres que el matrimonio almacenaba en ese costado del porche, también abrasado. Los bidones de agua, diferentes piezas de reparación, algunos enseres del negocio familiar guardados en el ala oeste de la casa… Derretidos o al borde de la descomposición. Hasta el cable de luz colgado a más de cuatro metros de altura, prácticamente pelado, ayuda a imaginar el tamaño que cobraron las lenguas de fuego aquella fatídica madrugada, el enésimo capítulo de un presunto conflicto vecinal que ya suma, además de este último suceso, otro «cóctel molotov» arrojado en el interior de la vivienda hace menos de un mes.
María Ángeles intenta contarlo todo con tranquilidad, pero cuando revive todas las escenas de este «sinvivir» es incapaz de contener las lágrimas. «Este incendio es provocado y tampoco es el primero. Llevamos un mes asustados y avisando a todas las autoridades. Podríamos haber muerto. ¿Qué más tiene que pasar?». José, algo más tranquilo, deja a su nieto –hijo de Benigno Fernández, propietario de la furgoneta– en manos de su abuela para ir a por los papeles que documentan el enfrentamiento, desencadenado a raíz de unos rellenos en una finca colindante ahora destinada al depósito de vehículos y que este matrimonio ha insistido en denunciar.
«Por culpa del uso indebido del terreno, un día se nos llegó a inundar toda esta zona», vuelve José ya con los folios en la mano y camino hacia el otro extremo de la propiedad, dedicada a la cría de gallinas y otras tareas. La resolución, firmada por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, le da la razón. La entidad considera probada la «realización de rellenos de tierras y depósito de vehículos en la zona de policía inundable de la margen derecha del arroyo Bolado, sin autorización». Pero esta pareja jamás pensó que un desencuentro como este pudiera llegar tan lejos.
La versión de los hechos que ambos narran a El Diario Montañés es la misma que dieron a la Guardia Civil esa misma mañana del miércoles, apenas diez horas después del incendio. Los uniformados han tomado muestras para identificar posibles huellas en la entrada de la parcela. Según parece, hay signos evidentes de que el vehículo no ardió por sí solo el martes por la noche. «Serían las once», reviven juntos. Ninguno de los dos percibió nada sospechoso hasta entonces, pero las voces de auxilio y la intervención improvisada de los vecinos antes de la llegada del Servicio de Extinción de Incendios de Camargo (SEIC) les pudo salvar la vida.
Bajo sus pies, las llamas devoraban la furgoneta de su hijo –alertado también por la llamada de su hermano– al tiempo que un camionero de Cocantra (Cooperativa Cántabra de Transportes) se partía el tobillo intentando saltar la valla y rescatar a los dueños. La calle La Corraliega vivió segundos críticos durante esos primeros instantes hasta que los servicios de emergencia movilizados por el 112 se hicieron cargo de la situación, un suceso que María Ángeles y José han vivido como «un intento de asesinato».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.