Campoo de Enmedio pide al Gobierno cántabro que adelante los pagos

El Ayuntamiento de Campoo de Enmedio convocó ayer un pleno urgente para solicitar a la Administración que adopte medidas de emergencia destinadas a paliar las graves secuelas dejadas por la riada en su término municipal, especialmente en Cañeda, donde su centenar de vecinos vivió una situación excepcional. Las fuertes lluvias ocurridas la semana pasada y que asolaron Reinosa, Matamorosa y otros enclaves del entorno, unidas al hecho de que el suelo «ya no absorbía más», provocó que el agua desbordada del Híjar se canalizara a través del túnel del ferrocarril Palencia-Santander y precipitara en el Besaya y el núcleo de Cañeda, lo que causó graves daños en las viviendas de este enclave, según explicó ayer a este periódico el alcalde, Pedro Manuel Martínez.

Los grupos municipales decidirán si solicitan la declaración de Zona Afectada Gravemente por una Emergencia de Protección Civil. Aparte de los destrozos sufridos por las viviendas en todo el municipio, el Consistorio ha detectado otros daños estructurales, entre ellos el «descalzado» de un antiguo puente sobre el Besaya, que pudo ceder debido a la fuerza de la corriente. También el centro de Cañeda se vio afectado por el arrastre de la grava depositada en el túnel ferroviario y las laderas de la montaña. Solo ayer, el regidor explicó que se retiraron «veinte camiones llenos de piedra del pueblo y quedarán otros cuarenta».

El alcalde propondrá también al resto de partidos recurrir a un decreto de 2015 que abre la puerta para pedir al Gobierno cántabro que adelante las ayudas a los damnificados, «muchos de ellos personas mayores o que se han quedado prácticamente con lo puesto». A la espera de una «evaluación de daños completa», el Ayuntamiento quiere evitar que el cobro de las indemnizaciones se retrase como consecuencia de la «situación de paralización en la que se encuentra el Gobierno central», todavía en funciones.

De momento, las dos oficinas instaladas en Reinosa y Matamorosa han recibido más de 800 reclamaciones de afectados. La mayoría se refieren a daños en viviendas, lonjas, garajes, negocios y vehículos. Ahora les corresponde a las aseguradoras privadas y al Consorcio de Compensación de Seguros ordenar y tramitar los partes. La intervención de la Delegación del Gobierno queda reservada a actuaciones de emergencia. No obstante, el alcalde de Campoo de Enmedio trasladó el lunes al delegado una petición para que el Ministerio de Fomento amplíe la capacidad del tubo por el que discurre el Besaya bajo la antigua N-611 en Cañeda para evitar su colapso en caso de nuevas avenidas. El Ayuntamiento también exigirá a la Confederación Hidrográfica la limpieza con «urgencia extrema» del cauce del río Híjar, donde se depositan toneladas de piedra, vegetación y árboles arrastrados por la riada y que «pueden causar una catástrofe» en caso de «que nieve y se produzca un deshielo por el viento sur».