Las carrozas de Reinosa, a punto para desfilar

El ambiente en el recinto ferial de Reinosa anima a pensar en positivo para citas futuras del concurso y es que, a pesar de que el número de carrozas que se presentan al certamen haya descendido en número, el ánimo por mantener la tradición no baja de volumen y las miradas más optimistas están puestas ahora en los diez carros juveniles que se sumarán al desfile el día de San Mateo a las 22.30 horas. Se trata de carrozas en miniatura realizadas por grupos de amigos y peñistas de entre 12 y 16 años que, además, formarán parte de la mística tan especial que envuelve al plato fuerte de la festividad el próximo fin de semana.

Las tardes de talleres se hacen divertidas y las risas de los jóvenes dan aliento a los veteranos. Son el futuro de la fiesta y los tutores artísticos saben lo importante que es inculcar el verdadero espíritu de las carrozas, que es hacer peña, divertirse aprendiendo y enseñando a mantener una tradición casi centenaria. «La realidad es que los pequeños aportan las ganas y los mayores, las manos», describe Elsa Ceballos, madre de dos pequeñas carroceras, que está ayudando a sus hijas a aprender a desenvolverse entre varillas de acero, sacos y yeso. Carroceros, padres y amigos son los que actúan como 'maestros' para las nuevas generaciones y realizan los trabajos de mayor calado, como la soldadura de la estructura de las figuras o los circuitos eléctricos que aportan luz y sonido al desfile.

Así se preparan las carrozas en ReinosaVer 6 fotos

En otro lado del ferial está María García, una enfermera de 24 años y natural de Reinosa, que ya cuenta con ciertos galones a la hora de trabajar las carrozas. Y es que el relevo ya se está produciendo y los que hasta hace bien poco eran jóvenes aprendices, como es su caso, ahora son quienes prestan ayuda a los que vienen por detrás. «Antes lo normal era hacer una carroza entre una o dos peñas, ahora eso es diferente. Estamos casi obligados a juntarnos entre más», afirma esta joven campurriana que, además de celebrar la suma de los diez carros y los grupos de amigos que se han unido a la realización de figuras de yeso, insiste en que cada vez es más extraño que se sumen peñas. Esta circunstancia obliga a los grupos habituales a unirse en un solo proyecto, además de ayudarse unos a otros para llevarlos a cabo. Mientras tanto, los carroceros más veteranos van cediendo el testigo poco a poco al tiempo que continúan salpicando de ideas y enseñanzas a los presentes. Es el caso de José Luis Marcos, conocido integrante de la Peña Detroit, que desde hace medio siglo está involucrado en mantener a flote la fiesta. «Esta aparición de tanto carro está muy bien para que vayan aprendiendo, pero lo ideal es que no sea flor de un día y se asienten como futuros carroceros», valora. Marcos insiste en que las iniciativas para inculcar este deseo de hacer carrozas debería incentivarse aún más, tanto desde las instituciones como en las propias familias o grupos de amigos, para que no sean siempre los mismos quienes sacan adelante el desfile. «Tantos años de compromiso y dedicación acaban desgastando a uno. Los que vienen por detrás tienen que querer de verdad ser carroceros», afirma.

El Ayuntamiento de Reinosa trabaja desde hace varios años en distintas iniciativas con el objetivo de que esta tradición se mantenga en pie y no se apague. Una de ellas es la celebración de talleres para que los más pequeños cojan el gusto al yeso y poco a poco ir sumando adeptos. En esta edición, destaca la incorporación del instituto Montesclaros, así como la carroza creada para conmemorar el treinta aniversario de la Peña Disconcientes. Como ya sucedió el año pasado, en el desfile del próximo fin de semana participará también la peña de los Peruanos de Reinosa así como la carroza de Radio Merindad de Campoo.