El censo de Reinosa baja de los 9.000 vecinos

Fue en 2013 cuando la capital campurriana bajó de los 10.000 habitantes censados, con la consiguiente pérdida de cuatro concejales, pasando de 17 a los 13 actuales en los siguientes comicios, y reduciéndose el personal de confianza a un solo puesto. Pero el punto más destacado fue la merma de los ingresos procedentes del Estado.

Para el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio (PRC), se trata de un «serio problema que está afectando no sólo a la ciudad y al resto de la comarca, sino a las localidades de interior de todo el país». «Indudablemente, es un hándicap que repercute de forma negativa en la economía de los municipios y, en consecuencia, en los servicios que desde los ayuntamientos se prestan a los ciudadanos», asegura. Barrio insiste en los sucesivos llamamientos dirigidos a aquella población que vive en la ciudad, pero que está empadronada en otro municipio. «Creo que esto se ha convertido en una cuestión de civismo, responsabilidad y solidaridad. No sólo en cuanto a los ciudadanos sino también respecto a aquellos ayuntamientos que empadronan a población que no reside en sus municipios».

El regionalista, que brega con esta sangría desde que accedió al Consistorio en el año 2003 –entre 2007 y 2009 gobernó Reyes Mantilla (PP)–, asegura que la solución «pasa por la creación de empleo y por ofrecer más y mejores servicios». Y, para ello, sostiene que «debemos contar con el apoyo de las distintas administraciones».

Respecto a la situación demográfica de la ciudad, el líder de la oposición y portavoz socialista, Sergio Balbontín, considera que es un tema «muy grave sobre el que hemos presentado muchas mociones que duermen el sueño de los justos, así como bonificaciones en tasas e impuestos, que se han rechazado sistemáticamente». Para Balbontín, «el problema es que no existe un plan, un modelo de ciudad y todo se rige por la improvisación y por políticas obsoletas puestas en marcha por quienes gobiernan en la ciudad y en la comarca desde hace muchos años y que siguen sin reaccionar y mostrar un plan conjunto».

«La pérdida de población no es más que la pérdida de oportunidades laborales y nunca el alcalde de Reinosa ha reflejado en los presupuestos partidas para los jóvenes y la industria, con un polígono abandonado, ni ha apostado por el empleo más allá de lo que ofrece el Emcan cada año», lamenta Balbontín, que afirma que «con la política de aceras, hormigón, pan y circo de los últimos años es muy difícil recuperar población en Reinosa». «Es un tema que ni se plantean, no existen reuniones, ni comisiones al respecto en el Ayuntamiento».

Pero la sangría demográfica no se limita solo a Reinosa. La tendencia a la baja afecta a toda la comarca campurriana, que ha perdido 155 vecinos en el último año y que acumula una merma de 2.140 habitantes en una década. Actualmente la población de los once municipios que conforman la Merindad de Campoo asciende a 17.840, cuando en 2010 era de 19.980 y a inicios de siglo registraba 21.774 vecinos.

Significativa es la pérdida de población de Valdeolea, con 237 censados menos respecto a 2010, de la Hermandad de Campoo de Suso con 221 menos o de Valderredible con otros 148 por debajo. Los municipios de Valdeolea y Valderredible, por ejemplo, bajaron de los 1.000 vecinos censados entre 2016 y 2017.

En el segundo municipio más poblado de la comarca, Campoo de Enmedio, que según el INE tiene 3.696 vecinos censados, la mengua de población es inferior, aunque en la última década ya ha visto como su población descendía en 117 habitantes.