Los expertos recomiendan un estudio más exhaustivo de los soplados de Reinosa

Las conclusiones de ambos organismos coinciden en señalar que es necesario un estudio más pormenorizado, que será «de un coste económico considerable», de la zona donde se producen los soplados y que afectan, sobre todo, a los edificios de la calle Arroyo Las Fuentes, aunque recientemente también se ha hundido parte de la calzada de la calle San Roque.

En el estudio del IGM, los técnicos afirman que el «factor desencadenante habría sido los cambios en el nivel freático» junto con la composición del terreno «arcilloso y yesífero» con estratos de «diferente permeabilidad». Se detallan también las posibles causas como los bombeos de 24 horas a los que aludían los afectados en un edificio de la calle San Roque y, también, a la sequía que ha podido influir en la bajada del nivel del agua que origina, «presumiblemente», los hundimientos. En ese informe elaborado por el Instituto Geológico se establecen una serie de recomendaciones de «sentido común», entre ellas, destacan la «prevención de la extracción de aguas (en referencia al bombeo de San Roque), rellenar los agujeros e impermeabilizar la zona, seguir perimetrando «por seguridad» el terreno afectado y mejorar su cimentación.

Se hacen estas recomendaciones, entre otras medidas, a la vista de lo analizado por los firmantes del informe, y a la espera de que se realicen más «estudios complementarios» como la realización de sondeos geotécnicos o la «modelización tridimensional del flujo del agua subterránea» al objeto de poner en relación la generación de fenómenos como la aparición de huecos.

Por su parte, el estudio de Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) llega a la misma conclusión del IGM pero no entra en tanta profundidad técnica. Es decir, coincide con que los socavones tendrían su origen en las «fluctuaciones del nivel freático» y que pudieran estar relacionadas con un «proceso de socavación activa, probablemente asociado a arrastres del terreno», relatan.

En este caso, respecto a las posibles causas que favorecerían el terreno, desde la CHE se enumeran varios factores que podrían influir y hablan de la evolución histórica de la zona, con canalizaciones antiguas de un viejo molino y otras edificaciones ya desaparecidas como lavaderos, bodegas o mataderos. También apuntan a que las fluctuaciones de agua pueden «generar los arrastres de finos y arenas hacia esos viejos colectores o cavidades asociadas o provenientes de construcciones anteriores». En este sentido concluyen que todo ello «debe ser investigado mediante un trabajo de prospección geoténica adecuado» y se recomiendan una serie de propuestas previas para adoptar las medidas de consolidación del terreno, para después realizar trabajos de investigación geofísica y auscultación de la zona afectada, además de la investigación geotécnica con los sondeos apuntados anteriormente.

El problema de los hundimientos en la zona se empieza a detectar, según los vecinos de la calle Arroyo Las Fuentes, en el año 2019. Sin embargo, ha sido durante 2022 cuando esos problemas se han hecho más graves detectándose grietas en edificios, muros de contención y hundimientos en el paseo. Ante los estudios realizados, que no son concluyentes, los afectados piden ahora celeridad en la toma de decisiones en lo que concierne a seguir las recomendaciones de hacer un estudio más pormenorizado.