«Con nieve, hubiera sido otra catástrofe»

Así lo explican los miembros de la Asociación de afectados por las inundaciones de Reinosa y comarca que estuvieron en permanente contacto con técnicos de Madrid y dieron la señal de alarma a través de llamadas telefónicas y mensajes en las redes sociales. En los barrios de Sorribero, Avenida de la Naval y la Florida se retiraron los vehículos hacia otras zonas más altas de la ciudad y también se sacaron apresuradamente los objetos más valiosos de los garajes y se llevaron a las viviendas. En las plantas bajas de los barrios el agua estuvo a punto de entrar de nuevo porque el cauce del río no soportó el caudal y volvió a desbordarse por la ribera y los parques cercanos.

«Faltó muy poco para que se inundaran las viviendas, como aquel desgraciado 19 de diciembre del pasado año», recuerdan desde la asociación. Según su portavoz, Cheward Román, «parece que están esperando a que ocurra otra tragedia y muera alguien. Tenemos miedo y nos merecemos que se actúe en el cauce para poder vivir tranquilos. Las instituciones nos tendrían que proteger y la paciencia se nos agota». Es más, prosigue Román, «si hubiera habido nieve en Alto Campoo, hoy estaríamos lamentando los daños. Hubiera sido otra catástrofe».

Según reconocen los representantes de los afectados, «la indignación de los vecinos es máxima», porque desde septiembre, varios técnicos de la Universidad Autónoma de Madrid, expertos en catástrofes naturales e inundaciones, ya se entrevistaron con el alcalde de Reinosa y el Consejero de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria para presentarles un estudio técnico que afirmaba «con rotundidad», que el río «volvería a desbordarse con seguridad si no se actuaba con rapidez sobre su cauce». Para Román, «las instituciones ya son responsables. Conocen el estudio y les dijimos que volvería a pasar y así ha sido», asegura.

«Si las obras no comienzan de inmediato se correría un grave peligro, dado que las riadas se suelen producir en los meses de diciembre y enero, por lo que desde la asociación tampoco descartamos ejercer los derechos de denuncia por la vía penal». En la citada reunión, la asociación de afectados fijó un calendario de movilizaciones que tendrá como día clave el 1 de noviembre, con la celebración de una manifestación que partirá desde el puente de Matamorosa y recorrerá las calles de Reinosa hasta el Ayuntamiento.

Por su parte, el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio, aseguró ayer que confía en que el 11 de noviembre, cuando acuda a Campoo la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), María Dolores Pascual, traiga una solución para evitar que las riadas vuelvan a provocar inundaciones, como la que estuvo a punto de producirse la madrugada de este miércoles.

Barrio, quien ve «pasarse la bola unas Administraciones a otras», ha reconocido que está «muy preocupado» de que la responsabilidad recaiga en la Administración local porque, según ha lamentado, carece de medios técnicos y financieros para acometer esas obras necesarias en el Hijar «para evitar que vuelva a suceder lo de diciembre pasado».

Por ello, considera que las obras «las tiene que realizar quien tiene medios económicos y técnicos para decidir lo que hay que hacer» y espera que la CHE colabore con el Gobierno de Cantabria y «tome decisiones para que los problemas de Reinosa se solucionen de una vez para siempre».

Para hoy está prevista una reunión de la asociación de afectados y el PSOE de Reinosa con la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, y con el diputado nacional del PSOE, Pedro Casares, a propósito de la preocupación por las inundaciones y por los daños ocasionados a los vecinos en las anteriores crecidas de los ríos, así como sus posibles soluciones.

El portavoz socialista, Sergio Balbontín, asegura que «existe una autentica falta de empatía por parte del Ayuntamiento con los vecinos afectados», y señala que «un buen ejemplo de ello es que las ayudas anunciadas para los damnificados todavía no han sido ni aprobadas ni adjudicadas casi un año después de su anuncio, ni un solo euro han tenido a bien meter en el río».