«No me creo nada hasta que no hable contigo, Jesús»

Tampoco Javier López, amigo íntimo de la víctima, se cree el mensaje. «Llamarme te va a llevar un segundo y mientras no lo hagas no me voy a quedar tranquilo», le pide. A partir de ahí, ya no hay noticias de Jesús Mari, cuyos conocidos castreños coinciden en que «era un 'amigo-amigo' y a todos nos parecía muy raro» su aparente conducta errática.

«No me creía nada de la película que me estaba contando. No encajaba con su forma de ser. Hablamos de un hombre que no dejaba su coche ni a sol ni a sombra, y que llevaba meses abandonado en la acera (de hecho, ni siquiera estaba aparcado en el garaje situado en el sótano de su casa). Pero de ahí a pensar que acabara todo así...», se lamenta su primo.

Sus amigos se conjuraron para volver a insistir ante la Policía y el juzgado a la vuelta de vacaciones. Habían conseguido reunir nuevos testimonios que demostraban lo inexplicable de su ausencia, incluido el de uno de los hijos de Jesús Mari. La noticia les ha dejado ahora conmocionados e indignados. «Que se haga justicia, aunque a él le va a servir de bien poco ya. Queremos saber la verdad», exclama su amigo Graciano García Sánchez. «Y si es cierto que Carmen está detrás, que la metan al trullo de por vida», añade Javier.