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Un fallo en el freno de mano está detrás de un asombroso accidente ocurrido este viernes por la mañana en Castro Urdiales, cuando una furgoneta aparcada en la zona de la plaza de toros, y sin nadie al volante, echó a andar y ... acabó estrellada. El incidente, en el que no ha habido que lamentar heridos, sucedió en torno a las 11.00 horas, cuando una furgoneta estacionada en la subida a Campijo descendió la vía, recorriendo hasta 220 metros, cruzando la concurrida calle Silvestre Ochoa, hasta quedar empotrada en la calle El Sable, a la altura del número 4 de esta vía.
Tal y como ha explicado el jefe de la Policía Local, Domingo García, a este periódico, el vehículo estaba aparcado en una zona de carga y descarga, frente al supermercado de la zona. «Por un fallo o por un despiste estaba sin freno de mano, estacionada marcha atrás, en una calle con una pendiente considerable», ha apuntado García, añadiendo que, durante el recorrido sin control, la furgoneta ha causado diferentes desperfectos, entre los que se encuentra una barandilla golpeada, alguna farola y la fachada de la casa en la que concluyó el accidentado recorrido.
A pesar de la aparatosidad del suceso, «solo ha habido daños materiales», según ha señalado García, destacando que ningún peatón se ha visto afectado y tampoco otros vehículos, a pesar de haber cruzado la calle Silvestre Ochoa, una de las vías principales de acceso a Castro desde la Autovía A-8. Ante este suceso, la Policía Local de Castro ha querido recordar que, al aparcar, «no hay que olvidar dejar la marcha metida».
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