La Guardia Civil detiene a la mujer que entregó a su amiga una caja con una cabeza humana dentro

Pocos datos más van trascendiendo del escalofriante suceso destapado por este periódico, que instruye el Juzgado de primera instancia número 2 de Castro Urdiales, que abrió las diligencias el sábado y declaró el secreto de las actuaciones. Hay, sobre este asunto, un hermetismo total por parte de las fuerzas de seguridad, en tanto prosiguen las investigaciones por parte de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cantabria.

Fue la semana pasada cuando esa mujer gaditana, ahora detenida, llevó a la casa de una amiga suya, situada en la calle Santa Ana, muy cerca de la plaza de toros, una caja, cuyo contenido la destinataria desconocía. De hecho, esa caja estuvo días sin abrir hasta que a las dos de la madrugada de este sábado decidió abrirla extrañada por el mal olor que desprendía. En ese momento, al ver la cabeza, sufrió una crisis de ansiedad por la que tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios de Castro Urdiales.

Junto a los médicos que atendieron a esta mujer -una vecina de Castro de mediana edad- acudieron efectivos de la Guardia Civil, que se encargaron de la caja y de las correspondientes pesquisas.

En el momento de los hechos, la tranquilidad reinaba en el vecindario, por lo que fueron muchos los vecinos que se alteraron por la presencia de sirenas y se percataron de la llegada de los servicios de emergencia. Según confirman varios testigos, la ambulancia fue la primera en llegar al lugar y se paró frente al portal número 5 de la calle Santa Ana de Castro. Posteriormente, se personaron agentes de la Benemérita, incluidos integrantes de la Policía Judicial, que estuvieron en el domicilio de la afectada alrededor de dos horas. En torno a las cuatro de la madrugada sacaron de la vivienda los restos humanos.

Los forenses del Instituto de Medicina Legal estudian los restos, que ya están en Santander.

Además, durante todo el fin de semana, los agentes han regresado a la zona en distintos momentos. Se desconoce la situación legal de la mujer de mediana edad que halló la cabeza en avanzado estado de descomposición, pero no está detenida. De hecho, estos días ha continuado haciendo «vida normal» y se la ha visto por el vecindario. Este periódico pudo saber que esa segunda mujer -de la que ahora se sabe su identidad y que es de Cádiz- que entregó la caja a su amiga pudo haberlo hecho durante la semana pasada. Vive en Castro Urdiales desde hace unos años y desde el principio se centraron en ella todas las miradas. Ahora, al conocer su detención, se confirman las primeras hipótesis.

Sobre la identidad de la persona fallecida, las cautelas debidas por el estado del procedimiento impiden por ahora desvelar de quién se trata. Tampoco ha trascendido todavía la causa del fallecimiento ni el tiempo transcurrido desde la muerte.

Por el momento el Ayuntamiento de Castro Urdiales ha decidido no hacer ningún tipo de valoración sobre el suceso, apercibido por las fuerzas de seguridad sobre el secreto de las actuaciones y por la conveniencia de no ofrecer ningún dato que entorpezca la investigación.

El contenido del análisis forense podría arrojar luz sobre algunas de las cuestiones que rodean a este enigmático suceso que hasta ahora había pasado desapercibido en Castro. Incluso para los que viven en la misma escalera del edificio donde ocurrieron los hechos porque, aunque sí notaron el revuelo causado por los sanitarios y los investigadores de la Guardia Civil, la mayoría desconocía el trasfondo de lo que ocurrió en la madrugada del sábado.