Secciones
Servicios
Destacamos
Dice el protocolo para los casos de internos con supuestos crímenes de sangre -sobre todo si los han cometido en el entorno familiar o afectivo- que han de ponerse todas las medidas para evitar un suicidio. «A veces se ven de pronto en ... esa situación, entran en contacto con la realidad acerca de lo que han hecho, y tienen crisis que pueden terminar en que se quiten la vida», cuenta un funcionario de prisiones.
Carmen Merino ingresó en el penal de El Dueso el pasado martes en régimen de prisión provisional comunicada y sin fianza, después de pasar más de cuatro horas en los juzgados de Castro. «Es muy sorprendente que esté tan tranquila. No muestra ningún síntoma de preocupación. Es raro porque si entra alguien que está seguro de que no ha cometido ningún crimen se le viene el mundo encima y se altera. Es algo muy inusual que tengan este comportamiento nada más ingresar, incluso aunque sea prisión provisional», aseguran fuentes penitenciarias.
El pasado judicial de Carmen Merino sigue envuelto en más sombras que luces. Desde que se descubriera su posible autoría en el asesinato de su compañero sentimental, Juan Mari Baranda, fue vinculada a dos posibles estafas en Cádiz y Galicia, las dos de escasa cuantía, pero de las que apenas ha trascendido algún dato general y ninguna confirmación oficial por parte de los investigadores del crimen de Castro Urdiales.
La sevillana, que vivió con su familia en Vizcaya y Cádiz, y hace aproximadamente una década fijó su residencia en Castro Urdiales junto con una hermana, pudo tener al menos dos denuncias por estafa en Vigo. Sin embargo, no hay sentencia alguna sobre estos casos y su propia hermana asegura que «no tiene antecedentes».
Al parecer, la pareja de Juan Mari tuvo que viajar dos veces a la ciudad gallega en 2013 y 2017 para declarar por sendas denuncias de estafa, según informó ayer el 'Faro de Vigo'. De acuerdo con esta información, la mujer habría entrado en contacto con dos hombres y, mediante diferentes argumentos, consiguió que le dejaran un dinero prestado que nunca devolvió. Ambos denunciaron en la comisaría y ella incluso pudo ser arrestada, según confirmaron fuentes de la Policía Nacional al citado rotativo. Se da la circunstancia de que en 2017 ella pudo presentar también una denuncia contra un hombre en Vigo por daños.
Pero toda esa templanza, la despreocupación que parece chocar con la situación actual en la que se encuentra la recién ingresada, no exime de la obligación de aplicar el Protocolo de Prevención de Suicidio (PPS). «Consiste en que hay dos internas que se van turnando para estar con ella y que esté las 24 horas acompañada, para evitar incidentes y que pueda intentar, por ejemplo, quitarse la vida». Son personas elegidas por los expertos del penal, que son los médicos y los psicólogos. Por lo demás, la rutina está muy marcada en la nueva vida de Carmen.
En el espacio reservado a las mujeres -está acompañada por otras 14 internas en 11 celdas que pueden reunir hasta 22 presas- la vida empieza cada día a las 08.30 horas. Entonces llega el primer recuento rutinario de todas ellas. Acto seguido se abren las celdas para que todas puedan ir a desayunar. En las primeras 24 horas Carmen recibió la visita de su médico y su educador. Las labores con este último no habrán sido muy exhaustivas porque es él quien determina el trabajo que ella desarrollará en la cárcel, los cursos a los que deberá asistir, etc. En el caso de tratarse de un violador, acudiría a un seminario sobre violencia sexual; si fuese un maltratador, debería hacer uno sobre violencia machista, por poner dos ejemplos. Pero en esta situación, tratándose de prisión provisional, aún no tiene sentido establecer dicho plan de reinserción. Además, a las 72 horas también habrá hablado con su psicólogo y su trabajador social.
La comida se hace a las 13.00 horas y hasta ese momento las celdas están abiertas para que las internas tengan acceso a las zonas comunes; pero a las 14.00 horas todas regresan a ellas para cerrar las puertas y ser contadas de nuevo. No se volverán a abrir hasta las 15.15, en que se realizan talleres y otro tipo de actividades. Es en este tiempo cuando hay lugar para las actividades libres que permiten a muchos presos, por ejemplo, estudiar carreras universitarias a lo largo de los años. Precisamente es una de las medidas que pretenden impulsar la reinserción de todo interno en cualquier penal de España. A las 19.00 horas hay un nuevo recuento, a las 19.45 se sirve la cena y a las 21.00 se vuelven a cerrar las celdas. Es la dinámica de cualquier interna en El Dueso.
Noticia Relacionada
Miguel Pérez José Carlos Rojo
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.