Trozos del puerto flotante instalado por el Ejército en Castro acaban encallados en la playa de Brazomar

Esta pasada noche, la marea arrastró hasta Brazomar al menos dos partes de esa plataforma. Otras piezas quedaron flotando en los alrededores de Cotolino y otras más están encalladas en la cala conocida como Pocillo del Fraile. Desde primera hora de la mañana, responsables del regimiento estudian la manera más efectiva de retirar estos pontones, por tierra en el caso de los que quedaron en la playa y por mar, los que están a la deriva cerca de acantilados. Lo primero ha sido asegurar cada pieza para evitar incidentes e, incluso, retirar a mano algunas partes para aligerarlas, ya que esas moles pesan entre 1.000 y 1.300 kilos cada una. Un gran despliegue de militares se encarga de estas labores, que han sido comunicadas a las autoridades cántabras, tal y como ha explicado a este periódico José Carlos Mur, jefe de operaciones del batallón de Pontoneros.

Esperan culminar pronto la retirada de todos los pontones, ya que el calendario previsto de estos ejercicios contempla el repliegue del regimiento dentro de tres días. Pero no está siendo nada fácil, porque las condiciones del mar no son buenas este sábado. Las olas rompen con fuerza en los acantilados, empujando los trozos de la plataforma hacia las rocas. Los mayores esfuerzos están en el acantilado del parque de Cotolino y en la zona del Pocillo del Fraile, donde, además de los pontones, también está encallada una embarcación destinada a remolcar las piezas. Mientras, en Brazomar las estructuras varadas en la orilla están generando una gran expectación. Son muchos los castreños que esta mañana se han acercado al arenal para ver de cerca los daños en este puerto flotante.