Fallece un hombre de 70 años en el incendio de una vivienda en El Astillero

Fue un vecino quien dio la voz de alarma. En torno a las nueve de la mañana, empezó a notar olor a humo y avisó a otro residente. En cuanto se dieron cuenta de que procedía de la casa de P. L., llamaron al servicio de emergencias 112 y la Policía fue la primera en llegar. Con ayuda de los vecinos, tiraron la puerta abajo para tratar de sacar al hombre cuanto antes, ya que los bomberos aún estaban de camino. Los agentes no corrieron peligro, ya que la víctima estaba cerca de la puerta -la casa es de pequeñas dimensiones- y pudieron sacarlo de la vivienda rápidamente. Iniciaron las maniobras de reanimación en la calle hasta que llegó la ambulancia del 061, momento en el que los sanitarios continuaron tratando de recuperarlo, pero no pudieron hacer nada más que certificar su muerte. Ahora queda por confirmar si P. L. falleció por la inhalación de humo o por otra causa.

Cuando llegó la dotación de seis bomberos, accedieron rápidamente a la vivienda para apagar las llamas, que se habían iniciado en una de las habitaciones. También confirmaron que no había nadie más dentro de la casa, en la que el fallecido residía de alquiler. Aún se desconoce cómo se produjo el incendio, pero la Guardia Civil instruyó diligencias de lo ocurrido y, de las pruebas e indicios que se hallen en la inspección técnico-ocular informarán al juez.

Los vecinos de las viviendas más cercanas presenciaron todo lo ocurrido y explican que, tras los intentos de la Policía y de los sanitarios de reanimar a P. L., el cuerpo se quedó en la acera durante varias horas, hasta pasadas las doce del mediodía, ya que no fue hasta ese momento cuando llegó la juez que ordenó el levantamiento del cadáver. «Era un hombre muy afable, es una pena», aseguran los habitantes de las casas más próximas.

El alcalde de Astillero, Javier Soberón (Cs), siguió el suceso desde primera hora de la mañana y lamentó el desenlace. «Es una pena empezar el año así, que nos deje un vecino de esta manera».

Hace apenas dos semanas, otro incendio arrasó una vivienda en en Santa María de Cayón. En ese caso, por suerte, no había nadie en el interior en el momento de iniciarse las llamas, por lo que no hubo que lamentar heridos. La casa, tipo cabaña, empezó a arder en torno a las cuatro y media de la mañana. Cuando se dio el aviso, el fuego ya había consumido parte de la estructura de madera. Hasta el lugar se desplazaron los bomberos del 112 y la Guardia Civil. A su llegada, las llamaradas alcanzaban los 20 metros de altura y habían provocado el colapso de la cubierta, por lo que los bomberos procedieron a zonificar el incendio y a bajar la carga de calor hasta su extinción.