Escuela de Carnaval en Laredo

Su cantera está en ese millar de niños y niñas que, acompañados de sus maestros, tomaron pacíficamente la Alameda de Miramar, donde cientos de personas aguardaban el paso de sus retoños. Un Antonio Arconada 'Antuán' más 'gallo' que nunca, recibió a la feliz comitiva al grito del 'kikiriki' desde la balconada de la Casa de Cultura que compartió con la alcaldesa, Rosario Losa, y la concejal de Turismo, Eva Blanco.

A pie de pista, los CEIP Villa del Mar, Pablo Picasso, Pepe Alba y San Vicente de Paúl, así como el Colegio de Educación Especial Pintor Martín Sáez, junto a las guarderías del Centro de Atención a la Primera Infancia de Laredo, y Didajé, además de El Arenal, devolvieron sonrisas y bailes a los espectadores que no se cansaron de aplaudir durante todo el recorrido.

La animación musical permitió que los distintos centros pusieran en acción sus coreografías ensayadas durante las últimas semanas hasta propiciar una perfecta sincronización entre los ritmos que sonaban por megafonía y el divertido avance de los más pequeños. Un año más los equipos docentes rizaron el rizo y rompieron el repertorio de elogios ante las propuestas de disfraces realizados con material reciclable, en un alarde de versatilidad y creatividad que es una de las señas de identidad de la cita laredana.

Todos los congregados completaron dos vueltas a un recorrido que se vio inundado de indios de los cinco continentes, festival de maravillas del mundo, cubanos, picapiedras, batman, naipes, conejitos y sombreros de Alicia en el País de las Maravillas, virus para colmarles de achuchones, o flautistas de Hamelin que acertaron de pleno al desestimar ir con la música a otra parte. Capítulo aparte para los cadillac, troncomóviles y demás carruajes en los que han ido acomodados los más pequeños, junto a las sábanas decoradas a modo de estandarte para identificar a cada colegio.

Poco después del mediodía cada agrupación inició su particular rompan filas y regresó a sus respectivos centros de referencia, orgullosos de haber formado parte de la invasión más pacífica y divertida de cuantas aguardan durante las próximas jornadas. Una magia con fecha de caducidad que año tras año reafirma la excelente puesta a punto carnavalera que se respira en este Municipio Educativo orgulloso de sus eslabones.