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Las primeras horas de la peatonalización provisional del eje Constitución-Revellón, cicatriz que divide en dos la Puebla Vieja, ha brindado estampas inéditas con la calzada ocupada por vecinos acarreando las compras de Nochebuena, niños jugando al balón en un terreno de juego improvisado o, ... simplemente, laredanos paseando por un punto que habitualmente registra una alta intensidad de vehículos. Su ausencia entre los dos semáforos ha proporcionado una calma y un silencio que muchos de los caminantes han valorado de forma muy positiva.
La visión más crítica ha llegado al norte del viejo Ayuntamiento. Esto es, en las zonas más afectadas por las restricciones al tráfico. Los vecinos de la Puebla Vieja, Callejilla, el Tinaco o San Antonio han tenido vedado circular en dirección al centro de la villa. Para desplazarse a ese lugar, trayectos que habitualmente no superarían los 300 metros, se han convertido en una vuelta de más de cinco kilómetros, con irrupción en la autovía A-8 incluida. Ello ha desatado muchas críticas entre quienes, además, han cuestionado la fecha elegida, un 24 de diciembre, día de Nochebuena.
En todo caso, la valoración mayoritaria ha sido muy favorable al respecto de la peatonalización de este entorno. Así lo han transmitido en las encuestas efectuadas a pie de calle por Tecnalia, empresa adjudicataria del proyecto Repuebla, en cuyo marco se sitúa esta actuación concebida como una 'prueba piloto'. El concejal de Patrimonio y Puebla Vieja, Antonio Bocanegra, ha seguido muy de cerca la puesta en marcha y el desarrollo de esta medida.
Igone Revilla, una de sus responsables, explica que «está siendo una experiencia muy interesante, en la que muchas de las personas entrevistas nos dicen que les parece muy ppositiva la iniciativa, incluidos los comerciantes de la zona. Todos están preocupados con el tema de las alternativas y los impactos, pero valoran muy positivamente la mejora en cuanto a la tranquilidad, la ausencia de ruido y disponer de una nueva zona de esparcimiento», señala.
A este respecto, destaca que «es interesante ver cómo la gente camina y se apropia del espacio. Ha sido muy curioso cómo, a primera hora, todo el mundo caminaba por la acera, a pesar de que el recorrido ya estaba cerrado por las vallas. Algunos incluso seguían cruzando por el paso de cebra. Luego, según ha avanzado la mañana, ya han decido irrumpir en la carretera y se han apropiado de ese espacio», explica. En este contexto, indica que «mucha gente nos ha resaltado, in situ, qué actividades impulsarían para mejorar el conjunto. Algunos indicaban que sería muy interesante poner mesas de bbares, y otros consideraban que no se puede llenar todo de mesas. Esta es la percepción que queremos obtener, y que no sería posible si no se llevan a cabo este tipo de actuaciones». La ténico reconoce que «también hay gente a la que le parece mal, porque es una carretera nacional, que debiera seguir siendo para los vehículos, pero en general es más positivo que negativo».
La integrante de Tecnalia ubica esta medida en lo que se denomina 'urbanismo táctico': «Consiste en que, antes de hacer un gran cambio urbanístico, que conlleva una inversión considerable, se analiza pooco a poco cómo se puede hacer y cómo se puede mejorar. Con estas pruebas pilotos se obtiene información valiosa antes de acometer una actuación definitiva. Muchas veces el peligro está en los detalles. Por eso, el objetivo es ver cómo se puede utilizar el espacio y de lo que aprendamos hoy sacaremos conclusiones, que sumaremos a las que nos puedan arrojar otras jornadas en las que podremos volver a estudiar nuevos aspectos», detalla.
Igone Revilla defiende este modelo. «Es una forma de tantear: tenemos una idea y vamos a ver su ejecución poco a poco, de forma que en el momento de hacer las intervenciones más definitivas, tengamos toda la información de lo que puede salir mal e intentar atajarlo antes de que pueda ser irreversible».
El jefe de la Policía Local, Francisco Roiz, ha explicado el operativo desplegado a partir de las diez de la mañana. «En la rotonda del alto de Laredo hemos situado una señal de dirección prohibida, y otra de calle cortada, junto a un panel que indica que el acceso al casco urbano está cortado. En la curva de la calle Emperador hay otra señal que advierte que es un carretera sin salida. Lo mismo que a la altura de Santa Catalina. Eso en cuanto al descenso hacia la villa. En sentido inverso, en Cachupin advertimos de que para la salida hacia el alto de Laredo o para ir al Tinaco, Emperador o San Antonio, la ruta es por la calle San Francisco». En cuanto al tramo objeto de la prueba «lo hemos cortado con vallas y hemos situado a un agente en cada uno de los dos extremos del corte». Su función es ofrecer las indicaciones a aquellos conductores sorprendidos por la medida, muchos de los cuales han tenido que hacer una maniobra para retroceder y regresar por donde vinieron. A modo de anécdota, se ha permitido excepcionalmente la circulación a los médicos del Suap e incluso a una excavadora«.
Por la tarde, el dispositivo afrontará otra prueba de fuego, ya que se celebra la tradicional carrera de Navidad, a la que suelen acudir vecinos de otros municipios cercanos. A diferencia de los vecinos de Laredo, que han sido informados con carteles en sus portales en las zonas afectadas, muchos de quienes ingresen en la villa pejina se toparán de forma inesperada con esta peatonalización, cuyas conclusiones se expondrán en los próximos días.
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