Las actividades deportivas y los accesos centran las alegaciones al Plan de Picos

El grueso de las alegaciones se pueden agrupar en dos grandes bloques: las referidas a actividades deportivas o de ocio, por un lado, y las que tienen relación con la circulación por pistas o la restricción de accesos, por otro. Habría un tercer grupo, el que tiene que ver con usos y costumbres, «pero estas son pocas y de menor entidad», señala Serdio; «la mayoría de las alegaciones presentadas se refieren a cuestiones relacionadas con deportes o con los accesos».

El 80% de todas ellas «son alegaciones presentadas por particulares», apunta el director, «y el resto llegan desde asociaciones u organismos deportivos, de asociaciones conservacionistas y de administraciones locales». Pese a que, por la cifra de recursos, pudiera parecer un notable descontento por parte de los vecinos que viven en el interior del Parque (el de Picos es el único de España que tiene población estable dentro de sus límites), Serdio explica que la gran mayoría de las reclamaciones «son de usuarios externos, de gente que no habita en el Parque. De particulares que sí viven allí nos han llegado muy pocas», y por ello Serdio colige que «podría decirse que los habitantes o ganaderos de la zona están razonablemente contentos con el borrador». A las 461 alegaciones «se dará cumplida y razonada respuesta. A todas ellas», como obliga la ley.

Los tres codirectores, con la lógica asistencia de técnicos y de los servicios jurídicos, propondrán «una respuesta a cada alegación; de ser aceptada se modificará en la redacción del borrador». En este sentido apunta, por ejemplo, la redacción en el documento respecto a las restricciones al tránsito a pie por encima de los 1.800 metros (la denominada Zona de Uso Restringido) «únicamente por senderos veredas y trochas». Serdio adelanta que «se va a modificar» ese texto porque «no se trata de restringir nada, sí de afinar la redacción, para que el que quiera subir, suba donde quiera».

Precisamente por esa interpretación literal del texto, ente otros frentes, la Federación Cántabra de Deportes de Montaña y Escalada (Fecme) ha presentado una entre la veintena larga de alegaciones que ha hecho llegar a la dirección del Parque. José Antonio Ruiz, vocal de la Fecme, señala, por ejemplo, que el actual borrador del Plan de Gestión «limita el acceso por pasos que utilizaron de siempre pastores y montañeros. Son pasos tradicionales y entendemos que hay que seguir respetándolos». Y se muestra contrario a que en la zona considerada de Alta Montaña «esté balizada con señales como si fuera un parque temático. Debería hacerse con hitos, como se ha hecho de toda la vida, no con carteles».

Ruiz también señala que otras alegaciones han sido contra la limitación a futuras mejoras de los refugios de montaña. «Queremos que estén en las mejores condiciones y con los servicios necesarios para los montañeros», explica. Asimismo la Fecme presenta alegaciones, como que se desmonte la línea aérea fuera de uso de Ojedo a Áliva o que se prohiba la escalada en determinadas zonas en época de nidificación o cría de aves.