La Fundación Oso Pardo y los ganaderos se reúnen para mejorar la «coexistencia» con plantígrados

Desde la Fundación Oso Pardo, su presidente, Guillermo Palomero, explicaba que estas reuniones se realizan para «escuchar la voz del territorio» y poder así conocer las inquietudes y abordar posibles soluciones con la administración implicada que, en este caso es la Consejería de Medio Ambiente. «Resulta interesante ver cómo se percibe al oso», añadió, tras resumir que, durante el encuentro, se escucharon «muchas ideas» aunque no todas ellas eran aplicables.

El encuentro se celebró en un contexto «con momentos de cierta tensión» entre ganaderos y el presidente de la FOP, según reconoció a éste periódico el representante de UGAM presente en el mismo, Gaspar Anabitarte. Y es que algunos de los ganaderos que asistieron a la reunión han denunciado ataques de oso a sus cabañas y explotaciones en los últimos meses. En concreto, estuvieron presentes los afectados por el «oso problemático» cebado con las ovejas que ha registrado incidentes en la zona de Yebas y Soberado, entre Cabezón de Liébana y Vega de Liébana.

Según reconoció Anabitarte tras el encuentro, la solución a estos casos es complicada de abordar en el actual contexto de conservación de la especie, pero también es comprensible la «respuesta emocional» de los ganaderos que padecen estos ataques. Explicó que en la reunión se había hablado del protocolo existente para «repeler» los ataques de estos animales -en el caso de Liébana se está haciendo con pelotas de goma- y añadió que, encima de la mesa se aportaron, por parte de la representación ganadera ideas de nueva tecnología como los «collares con GPS y descarga eléctrica» que ya se utilizan para el ganado en países como Australia «pero trasladado al oso». En este sentido, Anabitarte abogó por establecer fórmulas para la convivencia con el oso y actuar. «Lo que está claro es que si se mira hacia otro lado tenemos un problema, ésto no se puede dejar incontrolado», reflexionaba, para incidir en que había que prevenir.

Por su parte, el presidente de la FOP reconoció la existencia de «alarmas creibles y razonables que hay que apagar con actuaciones» en Liébana -señaló en referencian al caso de los ataques en general- . Afirmó que «con ese criterio» se habían convocado estas reuniones «informales» con ganaderos y población de cara a conformar «una estrategia» y plantearlo después a la Administración para ponerla en marcha. De hecho, afirmó que ya se estaba en contacto con el Gobierno de Cantabria para abordar este asunto y valoró que, a su juicio, había «buena voluntad» por esa parte.

En el caso de Liébana, Palomero explicaba que este territorio es una especie de oasis para plantígrados. «Liébana es la comarca más rica de toda la población oriental en comida y porque tiene mucho frutal», de ahí que los plantígrados se sientan cómodos allí. «Lo que hay que saber es que Liebana es un lugar muy atractivo para ellos pero también tenemos que impedir que un oso se habitue», destacó.

En el encuentro, se abordaron otra serie de experiencias que se han realizado en comarcas como Pirineos con osos problemáticos y se analizó el asunto del actual protocolo existente para repeler estos ataques.