Secciones
Servicios
Destacamos
El de Peñarrubia ya no será el puente colgante más largo del mundo. Lo era cuando se proyectó en 2019, pues solo había uno suizo que tenía el récord con 494 metros, pero el lebaniego sería lo más. Una vez autorizado, tardaría tres meses en ... construirse y podrían pasar por él hasta 300 personas. No obstante, tras estancarse el proyecto un año y medio, el paso de Peñarrubia se quedó pequeño: hay ya uno en Portugal que mide más o menos lo mismo, aunque tiene más capacidad de paseantes y otro nuevo en Andorra ya es el de mayor longitud.
Hay que recontextualizar el plan con los nuevos datos porque el Gobierno de Cantabria resucitó ayer el proyecto de la construcción de uno de los puentes colgantes más largos del mundo, el proyectado en Linares (Peñarrubia) allá por el año 2019 y que, desde hace más de año y medio, duerme en un cajón esperando los dictámenes sectoriales que le faltan para pasar el listón ambiental. En concreto, los preliminares a la redacción definitiva del proyecto quedaron estancados en la Dirección General de Biodiversidad. Ayer, la Consejería de Fomento anunció en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) el expediente de la solicitud de autorización para la construcción de la infraestructura.
En octubre de 2019, el alcalde de Peñarrubia, Secundino Caso (PSOE), informaba sobre la intención del Ayuntamiento de construir el puente colgante más largo del mundo. Una infraestructura que entonces se dijo que mediría casi 800 metros de largo y que iría ubicada en el núcleo urbano de Linares con el Collado de Hozarco, cerca de la senda mitológica. En aquel momento, el Consistorio ya tenía un permiso, en el mismo lugar, para construir una tirolina gigante, que pensaron que se podría amoldar a la pasarela puesto que había recibido el visto bueno de todos los organismos, incluso Biodiversidad.
Se trataba de «un proyecto de desarrollo territorial» para las dos comarcas (Liébana y Peñarrubia o Saja Nansa), pero también de interés «regional» con proyección internacional, como defendía entonces a capa y espada el regidor. Meses después, en mayo de 2020 y ya en plena pandemia mundial, el Pleno de Peñarrubia adjudicaba la redacción del proyecto de la pasarela tibetana a la ingeniería cántabra Star Project Consulting. En la sesión no hubo discusión política alguna, sólo unanimidad. Los siete ediles de la Corporación (seis del PSOE y uno del PRC) votaron a favor de seguir adelante con la infraestructura, cuyo coste, se dijo en ese momento, alcanzaría «como mucho» el millón y medio de euros. Una cifra que se podría lograr con financiación pública o privada, ya que desde los primeros anuncios muchas empresas, como el grupo Sacyr, se mostraron interesadas en la explotación de la infraestructura, incluso poniendo de su bolsillo para sacarla adelante.
Para entonces, el puente ya había menguado algo y los proyectistas de la atracción pensaron en un viaducto de unos 550 metros de largo, por el que pasarían unas 300 personas diariamente. Algo muy atractivo para la reversión de la inversión en el territorio, aunque el presupuesto subió hasta los 2,5 millones debido a que los anclajes serían más caros. Además, cabe recordar que la infraestructura turística debía llevar aparejado un proyecto de desarrollo económico y social de Saja-Nansa y Liébana.
Noticia relacionada
Lucía Alcolea
Pasados todos estos trámites, el alcalde recuerda ahora que se comenzaron a realizar los estudios de su viabilidad ambiental. Se contó con entidades conservacionistas para asesorar el proyecto. Tras pasar por todos los organismos pertinentes y tener el visto bueno, el alcalde, Secundino Caso, asegura que su expediente se quedó atascado en Biodiversidad. Desde allí se remitió un informe al Ayuntamiento «no vinculante» en el que se nos venía a decir que el proyecto «no les gustaba» pero no se argumentaba el porqué. Entonces, el propio Ayuntamiento respondió que se les remitiese un documento en el que se aclarasen las razones «o nos enviasen a la vía administrativa o reclamarlo al juzgado», y hasta hoy. «Y es que no entendemos que nos den una autorización para la tirolina gigante que tenía muchas más afecciones y no se haga con el puente que prácticamente no las tiene», dijo.
Ahora, caso recibe bien el anuncio de Fomento, pero no sabe si el mismo supone «poner el contador a cero» y que el puente resurja de sus cenizas. «Ojalá sea así, porque nosotros seguiremos con esta apuesta hasta el final», señaló.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.