Medio Ambiente se pone del lado de los alcaldes para recuperar la ruta de Urdón

La «patata caliente» de quién dio permiso para autorizar el desmantelamiento de los pasos voladizos de la canal de Urdón no la quiere nadie, sobre todo tras las protestas por el inicio de los trabajos de demolición por parte de la actual concesionaria hidroeléctrica, Repsol, en pleno mes de agosto, cuando los turistas de montaña más la utilizan. Ayer, el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, declaraba haberse enterado por este periódico de todo lo ocurrido. Al mismo tiempo, explicaba que, ese mismo día, había «llamado» personalmente al alcalde de Peñarrubia y al de Tresviso -municipios por donde discurre la ruta junto con Cillorigo- para mostrarles su apoyo y paralizar las obras con la intención de restaurar el paso. «Estoy a disposición de ellos para acompañarles y hablar con Repsol», afirmó. Blanco recordó que la licencia de obra para la demolición la daba Cillorigo, mientras que la Dirección de Montes o del Parque Nacional de Picos de Europa -por donde discurre la ruta- (bajo la supervisión de su propia Consejería) se limitó a «informar» como es preceptivo cuando se solicitan la ejecución de estos proyectos.

Mantenía así la versión ofrecida días antes por el director general de Medio Natural, Antonio Lucio, que explicaba que si el proyecto de la empresa para restaurar o demoler era acorde con la normativa de su departamento o del Parque se «informaba positivamente». Blanco entiende que si la empresa se va a gastar casi 87.000 euros en tirarlo, pueden hacer exactamente lo mismo pero fijando la infraestructura que ya está o aprovechando parte, lo que «cuesta menos» según a él le dicen los alcaldes. «Nosotros no vamos a poner inconvenientes, todo lo contrario», dijo. «Mucho menos, habiendo ganaderos por medio», apostilló.

Pese a las afirmaciones del consejero el tercer alcalde implicado, el de Cillorigo, Jesús Cuevas (PP), aclaraba ayer que no era cierto que la Consejería de Medio Ambiente, Desarrollo Rural y Ganadería, de la que depende la co-dirección del Parque Nacional, la Dirección General de Montes o Medio Natural no tuviese que ver en el asunto y solo hubiese informado. Según argumentó, -molesto porque se le apunte ahora como responsable de dar licencia a las obras cuestionadas- tanto el Parque como Montes dieron su «autorización» para tirarlo. Insistió que él solo «ha cumplido con la legalidad» y que tras varios años de dilatar el asunto, hacer reuniones a las que asistió el co-director del parque, Ángel Serdio, la empresa y la Junta Vecinal de Bejes, no se pudo llegar a un acuerdo. Entre otros asuntos porque el hombre de Blanco en la dirección del Parque «se inhibió y dio vía libre a la empresa». «En las reuniones decía que no quería saber nada y que no se iba a gastar un duro, en mi opinión eso es como decir haz lo que quieras con ello y dar carta blanca a la empresa», afirmó.

Como prueba de que la participación del Parque o de la Consejería no han sido de mero trámite, Cuevas aportó el expediente de la licencia con las «autorizaciones, no informes», la principal la de Montes. «¿Si lo hubiesen querido parar, quién tiene más medios? ¿Nosotros o ellos?», interrogó. El alcalde volvió a insistir que llevaban años pidiendo papeleo a la empresa para poder dilatar y apurar los plazos de demolición ante la oposición de Bejes, pero recordó que no dar licencia cuando el Gobierno regional, por otro lado, les estaba autorizando le hubiese supuesto una denuncia «por prevaricación». Criticó además que Tresviso y Peñarrubia lo viesen «tan fácil» sin estar implicados, recordando que las obras se hacen en Cillorigo y es a él a quien compete la responsabilidad. Cuevas negó haber abandonado a Bejes como refirió estos días el alcalde pedáneo de la localidad. «Les hemos puesto hasta un abogado», dijo, tras recordar que la empresa ofreció a la citada Junta Vecinal que se hicieran cargo de «sus terrenos», pero no quisieron hacerlo. «Ahí habría terminado todo», dijo.