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Desde 2011, Óscar Casares (PRC) gobierna el municipio de Camaleño ganándose la confianza de sus vecinos. El regidor apuesta por reducir impuestos y conceder líneas de ayudas para evitar la pérdida de población. Poco a poco se va consiguiendo, ya que el censo del ... municipio tiene 40 nuevos habitantes.
–¿Qué medidas son imprescindibles para evitar la despoblación en Camaleño?
–Este problema se palía con un menor número de impuestos, menor burocracia a la hora de montar una pequeña empresa, y mejorando los servicios educativos, sanitarios o las comunicaciones. Además, la gente que decide regresar a vivir a los pueblos debe de tener una ventaja o incentivo económico añadido; o no se va a conseguir. No obstante, estamos viendo un pequeño avance poblacional, ya que habíamos bajado a 930 habitantes y ahora estamos en 970.
–¿Las viviendas de alquiler proyectadas son importantes para frenar la pérdida de población?
–En los últimos años estamos viendo que es un problema grave, que los trabajadores fijos y los temporales tienen muchas dificultades en el municipio para encontrar vivienda de alquiler. En quince días nos vamos a presentar a una subvención de los fondos europeos del Gobierno para construir seis u ocho apartamentos de alquiler en Espinama, en una vivienda que en su día adquirimos. Estamos concluyendo ya el proyecto, también se lo presentaremos al Gobierno de Cantabria para ver si lo podemos lograr.
–¿Qué es prioritario para mejorar las instalaciones turísticas de Fuente Dé y su entorno?
–Hay medidas ya encaminadas y a punto de realizarse. La presidenta regional ya anunció en Fitur que se iba a acometer la remodelación del hotel de Áliva, a lo que se debe añadir el proyecto del parking semisubterráneo en Fuente Dé, la sustitución del mirador del Cable y la remodelación integral del teleférico.
–¿La feria Hechu en Liébana de Camaleño es ya un referente para los productos agroalimentarios de Liébana?
–Creo que sí. Es una feria que aglutina a todos los productos que se elaboran en Liébana, y que cuenta con la presencia de una treintena de empresarios del sector, a los que no cobramos nada, y a los que facilitamos toda clase de ayuda. Año tras año tenemos un mayor número de visitantes y vemos con mucha satisfacción que los productores están contentos con las ventas y la promoción que se hace ese día.
–¿Cómo incide el Plan de Sostenibilidad Turística de la comarca de Liébana en su municipio?
–Ahora mismo todas las propuestas están ejecutadas, a excepción del circuito de esquí de fondo en el entorno de Picos de Europa. Los proyectos acometidos han sido para mejorar el turismo en Camaleño, como es el caso del mirador panorámico desde la ermita de San Miguel, que remataremos con una escalera para poder subir hasta la de Santa Catalina; o los pequeños aparcamientos en localidades como Tanarrio o Espinama. Y se está acabando una senda desde el cruce de Cosgaya hasta el mirador de la cascada del Vejo.
–¿Qué futuro ve en el sector primario? ¿Es posible un cambio para evitar el cierre de explotaciones ganaderas?
–Sinceramente, lo veo complicado, ya que no hay una generación que venga detrás empujando y que se haga cargo de las explotaciones familiares. Con la continua presencia del lobo, se ha acabado también al cien por cien con los ganaderos mixtos que había en la comarca, que compatibilizaban un pequeño rebaño de cabras u ovejas con otra actividad principal. Ahora mismo es inviable.
–¿Tener territorio en el Parque Nacional de Picos de Europa tiene más ventajas o desventajas?
–Tiene sus inconvenientes, como poder arreglar invernales para hacer cambio de uso para viviendas en zona rústica, ya que estas edificaciones localizadas en el interior del parque no pueden optar a ese nuevo uso. Pero también tiene sus ventajas, ya que formar parte de un Parque Nacional supone un importante reclamo turístico en Europa.
–¿Qué necesidades son las más urgentes en el municipio?
–Poder ejecutar las que ya tenemos aprobadas, financiadas y que están bloqueadas por temas burocráticos, como es el caso de las obras por importe de casi un millón de euros que viene de fondos europeos. El Gobierno regional también tiene obras financiadas por Europa, como es el caso de la mejora de las minas de Áliva como atractivo turístico, que también se encuentra bloqueada. No obstante, desde el Ayuntamiento continuaremos haciendo obras de saneamiento en varios pueblos; mejoras en accesos –en el barrio de Cosgaya o desde Baró a Bodia, donde no puede pasar un camión de bomberos–, y manteniendo líneas de ayudas a la rehabilitación, construcción, alquiler o nacimientos.
–A punto de finalizar el Año Jubilar, ¿qué valoración hace?
–Ha sido un Año Jubilar muy raro. La primera parte fue similar a la de 2017 y 2006, pero luego coincidió el cambio de Gobierno y esta última parte ha pasado bastante desapercibida. En visitantes no ha sido mal año y ha acompañado el tiempo, por lo que algo habrá tenido que ver la promoción.
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