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Sitúese en Mazcuerras, concretamente, en la plaza junto a la escultura en bronce de Concha Espina, y mire al frente. Se encontrará un palacio decimonónico que habitaron ilustres personajes -entre ellos, la escritora Josefina Aldecoa- conocido como la Casa de las Magnolias, que acaba ... de ser adquirida por el que fuera número dos de Ciudadanos en Madrid y vicepresidente de The Coca-Cola Company, Marcos de Quinto. El expolítico ha comprado el complejo por dos millones de euros, aproximadamente, a través de la sociedad que dirige, Iniciativas Qvintvs SL.
Tras el enrejado que se desliza alrededor de la casa, se encuentra un jardín de 7.200 metros cuadrados, al que uno se asoma desde el mirador blanco del edificio principal. Un edificio habitado, porque entre sus vigorosos muros vive aún la hija de la escritora Josefina Aldecoa y su marido, el paisajista Isaac Escalante, los últimos propietarios. Los penúltimos, más bien, porque la casona indiana ya no es propiedad de la familia de la escritora, que falleció en ese mismo palacio en marzo de 2011. Ahora es de De Quinto y lo que suceda, o no suceda, con ella depende de él.
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Mariana Cores
¿Y por qué la ha comprado el empresario madrileño? se preguntarán. Por aquello que más peso tiene en la vida -aparte del dinero-, el vínculo emocional. «Mis padres -explicó ayer De Quinto- eran amigos íntimos de Josefina y su marido, Ignacio Aldecoa, y yo fui alumno de ella en el colegio Estilo que la pedagoga fundó en Madrid». La relación continuó hasta la actualidad y el expolítico ha acudido a la llamada de la descendiente de la escritora sin dudarlo. Fíjense si no dudó, que, según aseguró ayer, «compré la casa sin ni siquiera verla, para que no fuese a parar a manos ajenas», ante la necesidad de los dueños de venderla. Su intención ahora es «mantenerla y cuidarla». El promotor preservará, dice, las zonas donde Aldecoa redactó algunos de sus manuscritos, como la casa de invitados en la que pasaba horas escribiendo. Se trata de un espacio de 350 metros cuadrados, que dispone de garaje y una antigua leñera.
La finca original fue recuperada en 1975 por el paisajista y yerno de Aldecoa. Del jardín original se conservan dos jaulas de pájaros enormes, un estanque con surtidores y una cueva cubierta de ramas que se expanden a lo largo de la estructura a ritmo acompasado.
De Quinto tiene bastante tarea por delante porque, aunque la construcción conserva intacto su estilo, hay elementos en los que será necesario intervenir para garantizar la estabilidad de la casa. «El edificio tiene goteras y desperfectos derivados de no haber realizado un mantenimiento adecuado del inmueble». El nuevo titular de la Casa de las Magnolias ejecutará estas labores «de inmediato». El objetivo es hacer permanecer este legado, cuyo futuro aún es incierto, porque el empresario no ha concretado qué utilidad le dará al imponente edificio.
El relato de su pasado está sin embargo protagonizado incluso por personajes de la realeza. Para empezar, quien la mandó construir en 1882 y fue su primer propietario, el indiano Pedro Fernández-Campa, amigo del Marqués de Comillas, Antonio López, artífice de la riqueza monumental de la villa modernista. Fruto de esta relación, la casa fue inaugurada por el Rey Alfonso XII y sería más tarde empleada como residencia de verano por su esposa y sus hijas. Ya entonces se convertiría en el epicentro de la nobleza y la cultura.
Seguiría siéndolo un siglo después, pero esta vez bajo la batuta de Josefina Aldecoa que la adquirió en 1975 tras el fallecimiento de su esposo. Bajo los esbeltos techos de este palacio enorme, que alcanzan los cuatro metros de altura, vivió y escribió parte de su obra la autora de 'Historia de una maestra', que definió esta casa como «su lugar en el mundo». También bajo su halo, el complejo se convirtió en epicentro de la intelectualidad de la época. Sus infinitas paredes fueron testigos de la presencia en la casa de personajes tan relevantes como el pintor Pablo Ruiz Picasso, el cineasta Mario Camus y la escritora Carmen Martín Gaite.
La casona señorial, luminosa -la fachada principal está orientada al sur-, espaciosa y bonita. Y se erige firme al sol en verano -protegida por los árboles en invierno-, permitiendo a sus huéspedes disfrutar del engalanado terreno exterior. Además, el jardín está orientado al noroeste, lo que otorga cierta intimidad a quienes lo disfruten. Más allá de los límites del palacio, se descubre el pueblo de Mazcuerras, cuna del veraneo de la ilustre escritora Concha Espina, cuyo monumento custodia la casa de Aldecoa al otro lado de la calle.
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