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El proyecto para paliar las inundaciones del río Saja en Cabezón de la Sal avanza a toda velocidad. Al menos en la parte que compete a la Consejería de Obras Públicas, que ya ha adjudicado a la empresa Rucecan los trabajos de protección de ... los núcleos de Carrejo y Cabezón frente a las avenidas de los arroyos de San Ciprián y Santisteban. La actuación se enmarca dentro del Plan de Recuperación Medioambiental del río Saja puesto en marcha entre la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), Obras Públicas y los Ayuntamientos de Cabezón y Mazcuerras para evitar los desbordamientos que experimenta el Saja cada vez que se producen fuertes lluvias, y que tantos destrozos causan en los dos municipios.
Se trata del segundo proyecto que la Consejería saca adelante de los tres que le corresponde acometer en el término municipal de Cabezón de la Sal -a los que se sumarán otras dos actuaciones en Mazcuerras- y lo hace una vez finalizadas las obras a la altura del Minchón, en la pedanía cabezonense de Ontoria, consistentes en construir una escollera para proteger una serie de viviendas y un área de esparcimiento situada en la zona baja del núcleo rural. Aunque el Gobierno de Cantabria es el órgano que menor peso soporta dentro del macroproyecto -30% frente al 70% que corresponde a la Confederación-, afronta ya la segunda etapa del mismo. Mientras, la institución hidráulica, que se ocupa de la recuperación medioambiental del cauce entre los puentes de Santa Lucía y Virgen de la Peña, no ha actuado de momento más allá del papel, tras toparse con una fuerte oposición vecinal sobre algunas de las medidas a poner en marcha.
En cuanto a la obra que acaba de adjudicar la Consejería, consiste en efectuar las labores necesarias para evitar la salida de su cauce de dos arroyos cuyo desbordamiento suele implicar que se produzcan inundaciones tanto en el pueblo de Carrejo como en el casco urbano de Cabezón de la Sal. El plan del Ejecutivo es «acometer un pequeño caballón en la margen izquierda para controlar los reboses observados hacia la pedanía, así como construir marcos de acceso a las parcelas de la margen derecha, que en la actualidad se sirven de un badén sobre el lecho del cauce», según la información facilitada por la Consejería.
Para la protección del talud del lado de las avenidas, «se procederá a la colocación de una escollera y una cubierta de material terroso». Asimismo, «en el talud por encima de la tierra vegetal, se dispone de una geomalla biodegradable de coco y sujeta mediante grapas». El talud además «será objeto de siembra con especies pratenses, complementándolo con la plantación de otras especies autóctonas y la inserción de plantones de sauce». El proyecto tiene un plazo de ejecución de tres meses y un presupuesto de 78.686 euros. El alcalde de Cabezón, Víctor Manuel Reinoso, estima que la obra comience la próxima semana.
La Consejería está a punto de adjudicar también la tercera actuación, que consistirá en proteger el núcleo de Villanueva de la Peña, a la que se sumará luego una cuarta obra en el pueblo de Cos, ambas en el término municipal de Mazcuerras. La última parte de los trabajos se llevará a cabo en el entorno del apeadero de Ontoria, frente al arroyo de Las Navas, una zona donde también son frecuentes las inundaciones. Las labores del Ejecutivo consisten fundamentalmente «en la ejecución de infraestructuras verdes tipo motas próximas a estas zonas urbanas». En total, la inversión de Obras Públicas alcanza 1.242.042 euros, mientras que Confederación aportará los casi siete millones de euros restantes -con fondos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico-, hasta llegar a los ocho que se estima cuesta el proyecto.
Mientras que los planes de la Consejería se centran en conciliar la protección de los núcleos urbanos frente a las avenidas del río, los del organismo hidráulico van dirigidos a lograr la restauración y mejora de los hábitats fluviales asociados al Saja. El problema es que los vecinos han presentado en torno a doscientas alegaciones en contra de algunos puntos del plan, al entender que se van a construir elementos prescindibles, como una senda ciclable en torno al Saja. Una cuestión aún por resolver.
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