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Joaquín Vega, vecino de Villanueva, señala en su garaje hasta dónde llegó el agua en la última inundación. Javier Rosendo

«Estamos un poco paranoicos con el tiempo»

Los vecinos de Villanueva y Caranceja afectados por las inundaciones de hace un año continúan recuperándose y mirando al río cada vez que llueve

Lucía Alcolea

Cabezón de la Sal

Lunes, 20 de enero 2020, 07:06

A Camila Gómez, vecina de Villanueva de la Peña (Mazcuerras), le brillan las paredes de su casa. Tuvo que volver a pintarlas, de azul, después de las inundaciones que asolaron Cantabria hace un año (el 23 de enero) y cuyo rastro aún se aprecia ... dentro de las viviendas de los afectados. «Mira ¿no ves? Pintamos y cambiamos los muebles», explica mientras abre las puertas de las habitaciones. La indomable marea marrón en la que se convirtió el río Saja arrasó con buena parte de sus pertenencias. «La cocina es nueva también. Eso sí, todo barato», por si vuelve. Los vecinos, que han sufrido tres inundaciones en un año, han aprendido a residir de forma provisional en sus propias casas. «Pensábamos comprar armarios roperos estas Navidades, pero finalmente decidimos esperar a que pase el invierno, porque aún no han arreglado el río y se puede desbordar de nuevo», señala Pilar González, la hija de Camila. Tras el temporal, pudieron aprovechar los cabeceros de las camas y algún armario. De la mano de obra se encargaron sus hijos. En total, calcula, «nos habremos gastado 12.000 euros». No tenían seguro. De todas formas, «la cuota que exigen es muy alta al vivir en una zona inundable».

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