El polígono de Val de San Vicente cumple su primer año sin entrar en funcionamiento

De hecho, tal y como indican desde la Consejería de Industria, después de la inauguración, que esperan llevar a cabo a lo largo de este mes de julio, tocará emitir distintos informes tanto por parte del Gobierno de Cantabria como municipales. Además, el consejo de administración de Sicán (Suelo Industrial de Cantabria) deberá fijar el precio de venta de las diferentes parcelas del polígono que, a partir de ese momento, estarían a disposición de quienes estuvieran interesados en instalarse en el mismo.

«Tenemos buenas expectativas, el polígono es excelente y esperamos que tenga una buena acogida en la zona occidental», añaden desde Industria.

En la actualidad, el polígono industrial de Val de San Vicente presenta un estado en el que la maleza va cobrando protagonismo, lo mismo que el óxido en el panel que detalla los datos de la obra. No se observan más cambios. Si bien la inauguración de este espacio de última generación, que supuso cerca de cuatro millones de euros de inversión, se había previsto para el año pasado por estas fechas, a día de hoy, «por distintos motivos», no se ha encontrado el momento para llevarla a cabo, aunque ahora se apunta a este mes de julio.

Mientras tanto, lo que se observa desde el año pasado y pueden ver quienes circulan por la carretera nacional, son las áreas de aparcamiento en superficie y el alumbrado público, que funcionará mediante sistema led.

Con una superficie de cerca de 100.000 metros cuadrados en total, el área cuenta con una superficie productiva de 52.292 metros. El resto se divide entre viales y aparcamientos (32.743 metros), infraestructuras y servicios (2.914 metros) y espacios libres de uso público (11.690 metros). La inversión se realizó mediante la empresa pública Sicán y la zona supone la primera fase de un proyecto más ambicioso preparado para acoger la actividad de las distintas empresas que deseen instalarse.

El alcalde de Val de San Vicente, Roberto Escobedo, se encuentra a la espera de recibir la llamada para la inauguración y está pendiente de «que se empiecen a vender las parcelas y las empresas se vayan instalando». Entre sus peticiones está que se articule alguna línea de ayudas que, junto a las que podrían aplicarse desde el Grupo de Acción Local Saja-Nansa, sirvan para contribuir a la llegada de nuevos empresarios al municipio «para generar actividad económica y empleo». Más en concreto, para la creación de nuevas empresas, «tanto por la instalación de algunas existentes en la comarca que quieran ampliar negocio, como las del propio Ayuntamiento que quieran crecer».

El regidor también ha pedido que parte de la superficie se ceda al Consistorio para la creación de un centro de empresas y emprendedores con objeto de facilitar instalaciones a las personas que quieran comenzar un negocio. «Además, con suelo público, podríamos gestionar líneas de financiación, vía Europa, para el centro a través del Grupo», afirma. Razona que así se daría respuesta a las necesidades de los jóvenes emprendedores. Escobedo resalta que este proyecto no sólo es el más destacado en el municipio, sino «en toda la comarca occidental». En cuanto a la generación de empleo, apunta a los directos pero también a «los indirectos que se crean alrededor de un polígono de esas dimensiones». El ámbito total del PSIR de Val de San Vicente tiene una superficie de 547.353 metros cuadrados, si bien, la propuesta de desarrollo de la actuación incluye la ejecución de la urbanización por etapas.