El proyecto del puerto deportivo de San Vicente cumple un año 'atracado' en los tribunales

Coincidiendo con dicho aniversario, los barquereños y visitantes pueden desde la tarde de este pasado viernes volver a disfrutar del renovado paseo marítimo de San Vicente, una obra contemplada dentro del proyecto del puerto deportivo ante la necesidad de construir una nueva escollera sobre la que se asienta dicho paseo, que permanecía cerrado desde el mes de noviembre de 2019 al iniciarse en tierra las obras del proyecto. Los trabajos de la escollera del renovado paseo marítimo que debían de haber estado finalizados en el mes de abril no han podido concluirse hasta la pasada semana porque la paralización dictada por el TSJC en febrero del 2020 afectó inicialmente a toda la actuación. Y así estuvo hasta que en el mes de noviembre el mismo tribunal dictó un nuevo auto que permitió proseguir las obras en tierra, al no tener ningún efecto medioambiental en la ría -que fue la causa de la paralización cautelar-.

Tras todos estos meses sufriendo las molestias de tener cerrado uno de los espacios más atractivos y frecuentados de la villa -y el no poder utilizar las 150 plazas de aparcamiento de que dispone-, ahora San Vicente cuenta con un paseo que ha ganado en espacio y calidad, al ampliar su anchura en más de un metro y al dotarle de un pavimento de losetas de granito, en armonía con el colindante paseo Garelly.

Esta actuación ha supuesto una inversión que, según fuentes de la Consejería de Obras Públicas, ronda los 600.000 euros de los aproximadamente 5 millones del proyecto total del puerto deportivo, cuya ejecución sigue pendiente de la resolución definitiva del TSJC. Según ha manifestado el consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, la parte de la obra ahora concluida no ha sufrido ningún sobrecoste por la paralización. Sin embargo, sí reconoció que, si la decisión definitiva sobre el puerto se demora mucho, «sí podría sufrir un importante incremento».

Gochicoa, que mostró su «satisfacción» por la importante mejora que ha supuesto el renovado paseo para la villa, habló de su deseo respecto a que se produzca el fallo judicial «lo antes posible», convencido de que el proyecto previsto «cumple con todos los requisitos y normativa ambiental».

Reiteró también la necesidad del puerto deportivo recordando las numerosas embarcaciones que en la actualidad se ven obligadas a fondear por diferentes puntos de las rías, situación que, a juicio del consejero, «si que genera un verdadero problema ambiental, al afectar a zonas mas sensibles que al área en la que se proyecta agrupar a las embarcaciones en el nuevo puerto».

Este proyecto, largamente demandado por San Vicente de la Barquera para mantenerse como el principal puerto entre Santander y Gijón en todas sus vertientes, ha contado con el respaldo de las todas las fuerzas políticas locales a excepción de Izquierda Unida, ahora sin representación municipal, así como con el total apoyo de la mayor parte de los colectivos del municipio, como la Cofradía de Pescadores, la asociación de empresarios y otras entidades sociales.

Sin embargo, desde el primer momento ha recibido la oposición de diferentes colectivos, conservacionistas en su mayoría, que crearon una plataforma contra el puerto deportivo. Precisamente ahora, con la aparición la pasada semana de un pecio en la ría, han reiterado su oposición a un proyecto que consideran «innecesario y desproporcionado», señalando que la protección ambiental con la que cuenta la zona y el reciente hallazgo, deben ser motivos suficientes para su paralización definitiva.

El nuevo puerto deportivo de San Vicente contempla, además de las obras de la escollera y del paseo marítimo ahora finalizadas, la ejecución de un dragado de unos 200.000 metros cúbicos de arena y fango para conseguir un calado mínimo de entre 2 y 3,5 metros para el atraque y la navegación de las embarcaciones.

Contará, si la obra finalmente se autoriza, con un total de seis pantalanes con capacidad para 272 embarcaciones entre los seis y los 12 metros.

Paralelamente a la construcción del puerto deportivo, se contempla ejecutar cuatro proyectos de compensación ambiental que suponen una inversión añadida de 580.000 euros, entre los que destaca la protección de las dunas de Merón, proyectos que también han quedado parados.