Urbanismo investiga la construcción de chalés en Udías tras la denuncia de ARCA

El colectivo alega que la actuación se está ejecutando en «suelo rústico de especial protección» y considera que este modelo de edificación colectivo «es propio de suelos urbanos y está prohibido por la legislación vigente».

Tras la denuncia efectuada por la asociación ecologista, la Dirección General de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Gobierno de Cantabria ha decidido «abrir actuaciones previas» y solicitar al Ayuntamiento la documentación del expediente.

Sin embargo, tanto el alcalde de Udías, Fernando Fernández (PP), como otras fuentes consultadas por este periódico, garantizan que el suelo en el que se está actuando «es urbano». En realidad, según estas mismas fuentes, son tres las actuaciones que se desarrollan en la zona. Por un lado, están los chalets adosados, «cuya construcción se reinició hace un año». Prácticamente a punto de terminarse, «cuentan con una licencia de 2006». Después habría una segunda promoción de viviendas unifamiliares, «que se están levantando ahora sobre una parcela de suelo urbano, tal y como avala una sentencia judicial firme del 18 de mayo de 2011». Por último, se va a ejecutar un tercer proyecto de treinta casas adosadas en suelo urbano, «como así confirma otra resolución judicial firme del año 2009». En base a estos fallos, Fernández negó ayer que el suelo en el que se están desarrollando estos proyectos sea rústico e insistió en que «todo se está haciendo de forma legal».

El regidor está sin embargo en el centro de la diana del Ejecutivo regional, que considera al Ayuntamiento el «único responsable» de conceder la licencia de obra. «Los servicios jurídicos están estudiando la manera de proceder, para lo que se ha solicitado al Consistorio la información pertinente», explicaron. Desde Urbanismo manifestaron que «las cuestiones que ahora se apuntan deberían haber sido planteadas en el momento de concesión de la licencia y no tantos años después, cuando el acto ya es firme y las posibilidades de actuación son muy limitadas». De hecho, el Gobierno «no descarta acudir a la vía judicial» y considera una insensatez que el Ayuntamiento de Udías «no haya caducado la licencia y se empeñe en permitir la construcción de unas viviendas que previsiblemente no podrán obtener permiso de primera ocupación, dado que se trata de un uso que actualmente no está permitido en esos terrenos».

Más allá de la catalogación del suelo en el que se desarrollan los trabajos, desde ARCA criticaron también que se esté «remodelando el vial localizado hacia el norte, situado en la parte alta de la urbanización, que conecta con el pueblo de Canales». Ambas actuaciones -la de los chalets y la del camino-, explicaron, «se ejecutan en la base y en la ladera de la montaña de manera escalonada, lo que provoca grandes movimientos de tierra, que dan lugar a fuertes desmontes y taludes, que a su vez podrían vulnerar las normas urbanísticas regionales y que alteran la orografía natural del paisaje», señalaron desde la asociación.

Las obras, aseguraron, «afectan también a espacios protegidos singulares situados cerca de Canales, como el Parque Natural de Oyambre o el Monte Corona, ya que, al desmontar una importante franja de la colina, se tala arbolado y especies arbustivas, lo que altera la flora y la fauna del emplazamiento». Además de todo esto, ARCA recuerda que «el volumen de viviendas está originando la formación de un nuevo núcleo de población separado de Canales y con el doble de construcciones que hay ahora mismo en el pueblo». Por todo esto, la asociación solicita la «paralización inmediata» de las obras y que la Comisión Regional de Urbanismo «dictamine un informe» sobre la situación legal en que se encuentra el proyecto.

Por el momento, al menos dos inmobiliarias anuncian ya en internet la oferta de estas viviendas ubicadas en el complejo residencial de Canales. «Con exclusivas vistas a la playa de Oyambre y a tan solo 5,7 kilómetros de Comillas, disponemos de chalets adosados en urbanización en la que se ha respetado esmeradamente el entorno...», una afirmación con la que no todo el mundo parece estar de acuerdo. El precio de uno de los inmuebles, de 61 metros cuadrados construidos, es de 122.200 euros. De momento, las obras transcurren con normalidad a la orilla de la carretera que separa Cabezón de la Sal y Comillas, en un área donde hasta hace unos meses reinaban la decrepitud y el silencio. A partir de este momento habrá que comprobar si el suelo es rústico, como afirman los ecologistas, o urbano, como asegura el alcalde.