...Y la casa de la Navidad de Parbayón se ha encendido ya

El encendido tan solo ha durado escasos minutos, lo que ha dado de sí el tema musical que sonaba de fondo que hacía un guiño a Ucrania. Más corto que otros años y, en esta ocasión, sin un horario previsto para los próximos días. Porque lo que ocurra de aquí en adelante, parece que está por ver.

Han pasado semanas desde que el foco se pusiera sobre el domicilio de este electricista, a raíz del informe que remitió Tráfico al Ayuntamiento de Piélagos en el que se advertía que la iluminación navideña que ofrece de manera altruista puede suponer un riesgo para la seguridad vial de la zona y urge tomar medidas. El propietario de la casa insiste: «Soy un particular y esto lo hago por gusto, sin ánimo de lucro, dentro de mi recinto. Yo no puedo ser responsable de lo que pase fuera de mis muros».

La espectacularidad de las luces lo han terminado convirtiendo precisamente en eso. En un espectáculo. Y la duda de si lo es se ha convertido en un tema que genera discrepancia jurídica, puesto que, como se debatido mucho en los últimos días, podría quedar sujeto a la Ley de Espectáculos y, entre otras consideraciones, Cano tendría que asumir lo que ocurra como consecuencia de lo que hace dentro de su casa y por afición.

De esto le ha advertido ahora el Ayuntamiento de Piélagos, después de que el electricista presentara un plan de autoprotección que luego ha terminado descartando. «Lo que me pedían era que asumiera la responsabilidad y, considero que tengo que ser responsable de lo que ocurra dentro de mi vivienda, no de si sucede cualquier cosa en la vía pública o una carretera nacional» explica el hombre, que ya ha puesto el asunto en manos de sus abogados.

Y es que, si bien el Ayuntamiento de Piélagos primero negaba que la controversia con la casa de Francisco Cano tuviera que ver con la Ley de Espectáculos (y que su decoración navideña se considerara con ese nombre y, por tanto, regulado dentro de esta ley) ahora sí lo contempla.

El Diario Montañés ha tenido acceso a la resolución adoptada este 21 de diciembre por el Ayuntamiento de Piélagos en la que advierte a este vecino de que «en el caso de llevar a cabo cualquier acto o actividad complementaria que sobrepase la mera acción decorativa de la vivienda, en caso de producirse una congregación importante de personas que implique un riesgo importante para la seguridad vial y/o utilización indebida de los viales públicos, previo los informes pertinentes tanto de la Policía Local como del departamento jurídico municipal, el Ayuntamiento podrá decretar la tramitación de la correspondiente licencia de actividad prevista en la Ley 3/2017, de 5 de abril, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Cantabria, si considera que la actividad desarrollada va más allá del ámbito familiar y privado, pasando a tener la consideración de espectáculo público».

Según ha asegurado Cano a este periódico, hoy mismo ha presentado un recurso en el juzgado solicitando que se suspendan las medidas cautelares hasta que se tramite la notificación municipal que recibió este miércoles. Cano, que no entiende el por qué de lo que considera una persecución, se pregunta por qué en Santillana del Mar -o incluso dentro del mismo municipio, en pueblos como Quijano, donde existe también una larga y gran tradición- no se adoptan las mismas medidas que sí parecen afectarle solo a él.