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SHEILA IZQUIERDO
Lunes, 14 de junio 2021, 07:05
El último fin de semana de las fiestas de San Antonio de Renedo trajo consigo la afluencia masiva de jóvenes a la localidad y, en consecuencia, como medida de prevención, el recinto ferial cerró antes de lo previsto el sábado por la noche, ... cuando, llegadas las once, la mayoría de los jóvenes se encontraba por las atracciones. Ayer, último día de fiestas, la jornada incluyó diversos actos como la misa mayor, la Feria de la Leche o citas musicales que se desarrollaron con absoluta normalidad y riguroso control de aforo.
Según explicaron ayer fuentes de la Policía Local a este periódico, la afluencia de jóvenes, en su mayoría menores de edad, de entre 14 y 16 años y procedentes de dentro y fuera del municipio, fue multitudinaria el sábado por la noche. De hecho, llegadas las once fue tanta la concentración de personas en el recinto ferial que, por seguridad, se adelantó el horario de cierre de las atracciones, cuando estaba previsto que concluyera hora y media después.
Por su parte, la alcaldesa, Verónica Samperio, afirmó que fue ella la que tomó la decisión de cerrar las ferias en ese momento de la noche para garantizar que los asistentes se dispersaran.
Fue lo más significativo de las consecuencias de la afluencia masiva de jóvenes que se congregaron en Renedo, porque, según fuentes policiales, «no se registraron incidentes» más allá de la disolución de numerosos botellones en los alrededores de la carpa de fiestas y otros puntos de la localidad. De hecho, no se llegó a tramitar ninguna propuesta de sanción por el consumo de alcohol en la vía pública, ni por altercados, como especificaron desde el cuerpo, que contó durante todo el fin de semana con el apoyo de la presencia de la Guardia Civil.
Ayer, las fiestas de San Antonio llegaron a su última jornada, con la celebración de la misa mayor en la iglesia parroquial de Santa María y no en la ermita de San Antonio, como otros años. También ayer, la Feria de la Leche, con más de veinte productores y artesanos de dentro y fuera de Cantabria, regresó a la localidad. Para la mayoría de los artesanos, algunos procedentes de Segovia o Cáceres, era la primera feria desde el inicio de la pandemia.
La iniciativa, que fue organizada por el Ayuntamiento en colaboración con la Oficina de Calidad Alimentaria del Gobierno de Cantabria (Odeca) y Kaiku, contó con la presencia de la alcaldesa y del concejal de Comercio y Ganadería, Alfredo Rodríguez. Durante su celebración, el grupo de gaiteros 'Garabanduya' amenizó el evento y se desarrollaron talleres infantiles en los que los más pequeños pudieron hacer galletas de mantequilla.
Además, se realizó un 'show cooking' a cargo de Mónica Calderón, en el que preparó leche frita para, después, repartir 200 raciones. Por la tarde hubo actuaciones en tres ubicaciones.
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