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Piélagos ha celebrado el día grande de la Virgen de Valencia por todo lo alto, como se recuerda antes de la pandemia y con un termómetro que llegó a rozar los 27 grados. «Detrás de las nubes siempre está el sol», dijo emocionada ante una ... campa abarrotada de gente la alcaldesa, Verónica Samperio, haciendo referencia al día especialmente caluroso y a los dos años que habían transcurrido desde la última vez que los vecinos pudieron celebrar a la Quemada desde el santuario. «¡Viva la Virgen de Valencia…! ¡Viva Piélagos!».
La regidora fue la encargada de oficiar el chupinazo desde el balcón del edificio municipal, que desde la irrupción del covid no servía como escenario para hacer esa llamada a la alegría y a la solidaridad. Precisamente sobre eso, habló María Luisa Sanjuán, la encargada de dar lectura al pregón en representación del Foro EnClave.
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«La figura de la Virgen de Valencia, la Quemada, es símbolo de resistencia a las adversidades», dijo Sanjuán desde el balcón para referirse a estos dos años de pandemia. Abajo, escuchaban atentos vecinos y diferentes autoridades y políticos, entre ellos, el vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga, y el presidente del Parlamento, Joaquín Gómez. La pregonera también hizo alusión a la guerra en Ucrania y abogó por una sociedad en la que «la violencia no encuentre casa donde alojarse» y las mujeres sean verdaderamente libres. La frase de José Hierro que citó («Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría no podrá morir nunca») sirvió para despedirse con un «¡Viva la Virgen de Valencia! ¡Viva Piélagos! ¡Y que viva la alegría!»
Tras el pregón, se procedió a la entrega de galardones a los ganadores del Concurso de Carteles Virgen de Valencia 2022, cuyo primer premio recayó en María Perales, vecina de Piélagos.
A esa hora, los vecinos ya habían empezado a hacer cola y, cuando llegó el momento de que la alcaldesa removiera la paella junto a los miembros del equipo de gobierno, la fila se enroscaba varias veces dentro de la carpa. Fueron cerca de 3.000 raciones las que había preparadas –y té del puerto con orujo–, pero esa cifra seguramente dejaba corta la participación de la jornada, teniendo en cuenta la ocupación que registraron los dos terrenos destinados a aparcamiento en el entorno –más los habilitados en Vioño– y la de los trenes que subían, desde el pueblo, al santuario. Al término de la comida campestre, llegó el turno a los actos religiosos, con el rosario y procesión del voto de Posadillo, la actuación del grupo de danzas Nuestra Señora de Covadonga, la presentación-consagración de los niños bautizados a Nuestra Madre de Valencia y la misa.
El programa del día también incluye romería a cargo de las orquestas Kubo y Olympus y, por la tarde-noche, una gran chorizada previa a los fuegos artificiales y a la verbena.
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