Buruaga llama a rebelarse contra el «blanqueo político» de los terroristas

En el mismo escenario, la Residencia Militar de Santoña, en el que la banda terrorista ETA asesinó con un coche bomba al brigada del Ejército de Tierra, Luis Conde de la Cruz, en septiembre de 2008, este martes, 11 de marzo, se ha rendido un homenaje a todas las víctimas del terrorismo, con motivo su Día Europeo. Un solemne acto en el que la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga ha llamado a «mantener viva» la memoria de las víctimas y «a garantizar su dignidad y expresar el reconocimiento y la deuda contraída por la sociedad cántabra y sus instituciones».

Buruaga ha subrayado que el fin del terrorismo de ETA «no significa exonerar o atenuar los delitos ni olvidar a las víctimas», y menos cuando «los beneficios penitenciarios se producen sin arrepentimiento o vienen acompañados de excarcelaciones, concesiones y homenajes a quienes apretaron el gatillo, prepararon los atentados o hicieron explotar las bombas».

Por ello, ha señalado que hay que «rebelarse con toda la fuerza moral que da saber que se está en el lado bueno de la historia contra el blanqueo político de los asesinos, que prolonga y acentúa el dolor de las víctimas». Buruaga ve «intolerable» que familias «rotas por el terrorismo vuelvan a sufrir con estos actos repulsivos cuando lo que necesitan es acompañamiento y cariño».  En su intervención, ha recordado el asesinato de Conde, -el último atentado terrorista mortal cometido en Cantabria- con un coche bomba situado frente al edificio del Patronato militar, en el que también se hirió a seis personas. Lo ocurrido hace 17 años en Santoña, ha reseñado es una «muestra de la crueldad de las acciones terroristas y del desgarro», así como «del enorme vacío que deja en sus seres queridos».

La presidenta ha recordado que Cantabria «alzó su voz» con la aprobación en el Parlamento de Cantabria en 2023 de una ley para «honrar y arropar a las víctimas como lo que son, héroes de la libertad y el faro ético de nuestra sociedad». También ha citado la concesión de compensaciones económicos por valor de 1,3 millones y ha anunciado la constitución de un grupo de trabajo para avanzar en el desarrollo de las medidas de reparación y apoyo recogidas en esa ley

Además, el Gobierno de Cantabria concederá el premio Beato de Liébana de la Cohesión Internacional 2025 a las víctimas del terrorismo, un reconocimiento que se entregará el 10 de mayo a la Oficina de La lucha contra el terrorismo de las Naciones Unidas.

En este homenajes se ha llevado a cabo una charla-coloquio con la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, Cristina Cuesta, y la portavoz del Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite), Ana Aizpiri. La primera sufrió el asesinato por parte de ETA de su padre, delegado de Telefónica en San Sebastián, y la segunda de su hermano, un empresario que se dedicaba a los negocios de hostelería y alimentación.

Ambas han contado sus experiencias, cómo además de a sus familiares perdieron amistades y cómo se sienten en la actualidad, cuando creen que se está «sembrando la duda sobre las víctimas» y que «la estrategia de olvido e impunidad está funcionando socialmente, especialmente en el País Vasco y Navarra».

La Orquesta Sinfónica del Cantábrico ha interpretado varias piezas musicales en el evento, que ha finalizado con la proyección de un vídeo de la Asociación Cántabra de Víctimas del Terrorismo (ASCANVITE) en recuerdo a las 22 víctimas mortales del terrorismo nacidas en Cantabria.

El acto ha contado con la asistencia de víctimas y de autoridades civiles, militares y políticas, como la delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, que ha subrayado la importancia de preservar la memoria histórica como un ejercicio de democracia.

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