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«En las conserveras hemos hecho los deberes»

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Daniel Pedriza

«En las conserveras hemos hecho los deberes»

Dolidos. Los responsables de las fábricas de Santoña defienden que han aplicado todas las medidas de prevención y consideran «injusto» que Sanidad les culpe de brotes

Ana Cobo

Santoña

Miércoles, 3 de febrero 2021, 07:07

El sector conservero de Santoña está «dolido». Verse señalados directamente por la Consejería de Sanidad como origen del brote principal de Laredo les parece «totalmente injusto». Los responsables de las fábricas defienden que no han escatimado en recursos y medidas para prevenir los contagios de covid en sus plantas. «Más no se puede hacer», aseguran.

Y para demostrarlo enseñan sus instalaciones. En la fábrica del Grupo Consorcio actualmente solo hay una puerta de acceso. En cuanto se atraviesa, el trabajador se encuentra con un primer control. La persona encargada toma el nombre y la temperatura. En este mismo punto hay también un dispensador de gel automático y mascarillas. Es solo una de la larga lista de medidas implantadas en está fábrica con 350 trabajadores. Los de oficinas teletrabajan desde sus casas y los que están en las líneas de producción lo hacen protegidos por mamparas de metacrilato. En los puestos de trabajo donde no ha sido posible instalarlas, los operarios llevan mascarillas FFP2. Cada pocos pasos hay un cartel o una televisión que recuerda la higiene constante de manos, la distancia de seguridad y el uso correcto del cubrebocas. Han recibido charlas de personal médico y hasta formación online. En las salas de uso común las mesas también están separadas por metacrilatos y se han habilitado más espacios de comedor para cumplir con los aforos. El director general del Grupo Consorcio, Ignacio Corral, cifra en 400.000 euros la inversión que han hecho tanto en la planta de Santoña como en la de salazón de Colindres para cumplir con la normativa sanitaria. Incluyendo las contrataciones de más personal para el control de acceso y para reforzar las labores de limpieza y desinfección de superficies.

«El que apunten al sector conservero como el origen da la impresión de que no estamos haciendo los deberes en prevención cuando, honestamente, lo hemos hecho lo mejor que hemos podido y sabido. No hemos escatimado en recursos y desde luego, no será por falta de medios», defiende Corral. Que la Consejería de Sanidad trasladara esa información cree que «no ayuda a la imagen del sector porque al señalizarlo de alguna forma llevas a criminalizarlo. Y cuando el virus se extiende y tienes brotes como el de Laredo puede venir de la conservera como de cualquier otro sitio o que hayan traído la cepa de Reino Unido».

El sector lamenta que se les haya señalado cuando «somos de los que más cuidado tenemos»

El director general es partidario de que la inspección de Sanidad esté encima de que se cumplan los requisitos y, si hay algún problema, que «adopten las medidas necesarias, pero el decirlo en público no ayuda a nadie». Desde Consorcio, dice, «no escatimamos ningún recurso para salvaguardar a los empleados y no vamos a caer en la complacencia porque a la mínima que te distraes, el virus entra en cualquier sitio. Seguimos en la búsqueda de la mejora constante».

En el polígono de Santoña operan numerosas fábricas de conserva de tamaño más pequeño que también han implantado medidas. En Conservas Mingo, su encargado Mariano Puerta, explica que han creado un turno de tarde para separar mejor a las mujeres. Suelen ser diez sobadoras pero el cierre de la hostelería -su principal cliente - ha mermado a la mitad los ingresos y hay jornadas que son menos. «Se les toma la temperatura al entrar, trabajan con mascarilla y la limpieza con lejía es constante». La planta ya no está abierta a visitas y al descanso van en turnos. «Realmente estamos muy dolidos de que se nos haya culpabilizado. No hay derecho a que se cargue siempre contra nosotros. Lo que hay que hacer es evitarlo con todas las medidas pero le pude pasar a cualquiera. Hay que apoyarse».

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En Conservas La Machina, las seis sobadoras trabajan con mascarilla, ventana abierta y se lavan continuamente las manos. «Nuestra materia prima es la alimentación y ya teníamos un cuidado extremo con la higiene antes del covid. Ahora lo hemos acentuado. Limpiamos varias veces al día los instrumentos, las mesas, el suelo...». Su responsable, Sergio López de Guereñu, ve «muy negativo» señalar al sector por los contagios. «No sé de donde puede venir esta intención, pero han ido a hacer daño sin ningún motivo. Es totalmente falso y no le veo sentido cuando somos de los sectores que estamos teniendo más cuidado».

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