La Guardia Civil realiza una inspección en el Palacio de Chiloeches de Santoña

En el lugar del suceso se presentó el equipo del laboratorio de criminalística de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cantabria que tomó desde el exterior fotografías de diferentes partes afectadas del edificio.

Para llevar a cabo la inspección contaron con el apoyo de los bomberos del 112 que acudieron de nuevo con la autoescala para poder acceder a visionar las plantas superiores del inmueble y la cubierta. A la autoescala se subió un agente de la Guardia Civil con la cámara fotográfica junto con un bombero, y fueron señalando diferentes puntos. Desde de la calle General Salinas otro miembro del equipo siguió la actuación y tomó notas.

La intervención se prolongó una media hora, limitándose a una inspección ocular desde el exterior, por lo que la labor de investigación continuará en los próximos días accediendo al interior del edificio y seguir recabando todas las pruebas posibles en el lugar de los hechos. Unas diligencias que podrían incluir también la toma de declaración de testigos o la revisión de cámaras de seguridad en el caso de que algún establecimiento las tenga activas.

Desde la Benemérita, a preguntas de El Diario Montañés, no confirman que el fuego fuese intencionado, a la espera de tener cerrados todos los flecos del correspondiente informe pericial, que pondrán a disposición de la autoridad judicial.

El alcalde de Santoña, Sergio Abascal, volvió ayer a reafirmar en todas sus entrevistas en los medios que, aunque la causa real no se conoce exactamente, «todo apunta a que el incendio del Palacio de Chiloeches no ha sido fortuito». Y es que descarta plenamente que ocurriera un cortocircuito o un fallo eléctrico ya que en el edificio no hay conexiones eléctricas de ningún tipo.

Igualmente, el regidor, a priori, tampoco cree que detrás del fuego haya una imprudencia de una colilla que se tira al suelo y justamente vaya a afectar al local donde estuvo el localizado el foco puesto que, señala, existe una malla de seguridad y un andamiaje que complican el arrojar una colilla y que penetre en el inmueble.

Abascal explicó que la pasada semana los propietarios del Palacio procedieron a sustituir la malla verde que protege al edificio y se dejó descubierta sólo una única ventana en la planta baja -el resto están tapiadas - que, casualmente, es la del local calcinado. Por todo ello, el regidor de Santoña baraja que «algún gamberro, no sabemos con qué fin o con qué animo, ha tirado intencionadamente algo ardiendo al interior y provocado un fuego en el que, por suerte, no ha habido que lamentar ningún daño personal ni en la estructura del edificio».

Únicamente ha afectado a enseres viejos del extinto bar. No obstante, el suceso ha puesto en riesgo la seguridad de un inmueble con gran valor histórico y artístico y catalogado como Bien de Interés (BIC). «Afortunadamente todo ha sido un susto. Se ha reducido a un pequeño fuego en una estancia concreta, que fue rápidamente controlado».