![Rafael Cimiano observa la terraza de su bar, junto al Palacio de Chiloeches, clausurada como consecuencia del incendio.](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202011/30/media/cortadas/dia-chiloeches%20(4)-kdVB-U120914659890NlG-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
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«Por suerte no ha pillado a nadie dentro, pero era previsible que pasara algo así»
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Un doble incendio daña de madrugada parte del Palacio de Chiloeches en Santoña y los vecinos se quejan de la falta se seguridadEl Palacio de Chiloeches volvió este domingo a estar en boca de todos los vecinos de Santoña. Y esta vez no fue por una nueva sentencia sobre la eterna polémica de la protección de su ala oeste. Dos incendios, originados en la madrugada del domingo ... y por causas que aún se desconocen en la parte trasera del histórico edificio –la que da a la calle General Salinas– hicieron temer lo peor en este inmueble ya maltrecho y deteriorado por su avanzado estado de ruina.
Afortunadamente, y a primera vista, no hay daños estructurales. «Al final ha quedado en un susto», señaló el alcalde, Sergio Abascal. Pero lo cierto es que todas las alarmas se encendieron al ver la intensa humareda que llegó a envolver el lado posterior de la casona, que data del siglo XVIII y está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y, por tanto, cuenta con una especial protección.
Apenas diez minutos antes de la medianoche, la patrulla de la Policía Local que estaba de servicio, se percató que se había desatado un fuego en la planta baja, focalizado en el local del ya desaparecido bar Caín. Los agentes avisaron de inmediato al 112 y realizaron una primera intervención con sus extintores. Enseguida, se desplazaron al lugar los bomberos de parque de emergencias de Laredo –también se personó la Guardia Civil y el regidor– que terminaron de sofocar las llamas sin mayor problema.
Al tratarse de un edificio cuyo interior es predominantemente de madera, la patrulla acordó pasarse por la zona cada cierto tiempo para comprobar que no se avivase ningún rescoldo. Dos horas después, sobre las 2.15, la Policía vio que había otra vez humo y contactó de nuevo con el 112, alertando de que había resurgido el incendio, que llegó a dañar esta vez a las plantas superiores.
Esta segunda intervención resultó más compleja ya que el palacio se encuentra totalmente protegido por un andamiaje y una red que, casualmente, se acababa de renovar esta semana. Todo ello complicó el acceso de los bomberos. Para alcanzar la parte más alta se sirvieron de la autoescala y llegaron a montarse en los andamios para poder usar la manguera a través de las ventanas y sofocar el fuego del interior. La actuación se prolongó por espacio de hora y media.
Desde el 112 señalaron que no hay que lamentar «grandes daños materiales salvo algunos enseres que había en el interior», principalmente elementos viejos que aún quedaban dentro del extinto local del bar Caín. Por eso, los vecinos valoran que lo peor ha sido el susto. Un miedo que a algunos todavía les recorría ayer todo el cuerpo, horas después del fuego.
«Durante mucho tiempo he temido que iba a pasar una desgracia. Por suerte no ha pillado a nadie dentro», sentencia Teresa. Ella regentó durante 17 años la Peña Taurina Serbulo Azuaje, ubicada en los bajos del mismo edificio pero en el lado que da a la calle Rentería Reyes.
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La mujer, vecina de Santoña, mira la fachada quemada y le llevan los demonios. «A quién se le ocurre querer hacer un lavado de cara del edificio y dejar todos los bajos abiertos para que se cuele cualquiera. Si es que tenía que pasar», explica. Lo cierto es que los andamios recorren todo el inmueble, igual que la malla verde de obra que los envuelve, pero los accesos al interior están sin tapiar, y todo apunta, según el alcalde, a que alguien pudo «tirar algo ardiendo por alguna de las ventanas».
En la acera de enfrente de Chiloeches se encuentra el bar Kendra Bistrot, que se desayunó en la mañana del domingo con toda su terraza acordonada. «Está justo debajo de todo el desaguisado y claro, ahora ya no es un entorno seguro», lamenta su propietario, Rafael Cimiano. «Esto es algo que se veía venir. Hace unos meses, cuando todavía no había toque de queda a las diez de la noche, estaba cerrando el bar y vi cómo un chaval prendía con un mechero la malla de la obra. Ahí estuve yo para apagarlo con el extintor, pero de madrugada, claro, pues no había nadie por aquí», razona.
Sólo los vecinos pudieron avisar a la Policía. Al menos la segunda vez, cuando se reavivó el fuego. Cuenta Tomás Gutiérrez que estaba en casa durmiendo cuando se asomó a la ventana tras escuchar voces. «Vi que eran la Policía y los bomberos. Cuando lo apagaron me eché a la cama otra vez pero un rato después volví a oír el crujido de las maderas con el fuego así que llamé a los bomberos», explica este vecino del portal 12 de la calle General Salinas.
El Palacio de Chiloeches está pendiente desde hace tiempo de una obra de rehabilitación integral de la cubierta que sufrió un desplome en mayo de 2016. El pasado mes de octubre –tras la sentencia firme del Supremo declarando que el ala oeste no es BIC– el regidor volvió a instar a la Dirección General de Patrimonio para que de una vez por todas dé el visto bueno al proyecto de mejora del tejado presentado por los dueños y a que autorice el desarrollo urbano de esta área «rodeada de construcciones, anexos y cobertizos que amenazan ruina y que se pretenden demoler».
La intención del Ayuntamiento es llegar a formalizar un convenio con los dueños para comprar el edificio y su jardín sur para que sea un bien municipal. La dirección general de Patrimonio ha señalado que antes de pronunciarse sobre el proyecto debe estudiar un informe de la Oficina Técnica de la Consejería de Cultura, que previsiblemente llegará la semana próxima. «Entre papeles y burocracia, pasa que entre unos y otros aquí la casa sigue sin barrer. Y el problema es que a algunos nos afecta no ya a la vista, o al peligro que supone pasar por al lado del edificio. Nos afecta en lo económico porque yo no sé qué va a ser de mi terraza», zanja Cimiano.
El alcalde de Santoña, Sergio Abascal, descartó casi por completo que el incendio del Palacio de Chiloeches haya sido fortuito. En el interior del inmueble «no hay ningún sistema eléctrico, ni nada que haya podido originar espontáneamente el fuego». La lógica lleva a pensar que ha sido un suceso intencionado, pero «no sabemos si por alguien con mala fe o algún desaprensivo que haya introducido algo ardiendo por el hueco de alguna de las ventanas de la planta baja». A este respecto, el regidor señaló que la pasada madrugada en la villa había sido intensa para la Policía local, que llegó a formalizar una decena de sanciones por el incumplimiento del toque de queda.
El regidor, que dice que al final todo ha quedado en «un susto», condena este tipo de violencia contra el patrimonio
de Santoña y en un edificio tan importante que es Bien de Interés Cultural (BIC) y, por tanto, cuenta con una protección especial. En principio y «aparentemente» no se han producido daños en la estructura, ya de por sí debilitada, aunque «es pronto para valorarlo con plena certeza». Abascal señaló que los dueños del edificio interpusieron ayer en la Guardia Civil la correspondiente denuncia, abriéndose unas diligencias de investigación para esclarecer las causas del incendio. «Ahora se mirará si existe la posibilidad de que algún establecimiento del entorno pudiera tener las cámaras de seguridad activadas para ver si se puede localizar al autor o autores del suceso».
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