Zascas carnavaleros para Pedro Sánchez, la amnistía y la huelga de basuras

La segunda preliminar del certamen ha dejado un exquisito regusto en los comensales que acudieron al banquete, celebrado en la plaza de San Antonio. La carpa se volvió a llenar. Y las cuatro agrupaciones del cartel: Amigos de Chechu, Canallas, Marchosas y Por fin Juntos obraron la magia con sus originales puestas en escena, afinadas gargantas y repertorios afilados. Sin remilgos, sacaron punta a Pedro Sánchez y la amnistía catalana, a la eterna huelga de basuras en el municipio y a la rivalidad política de 'Suso' el actual alcalde y su antecesor en el cargo, Sergio Abascal.

Los vigentes campeones tiraron de músculos para postularse de nuevo como firmes candidatos al máximo título. A los Amigos de Chechu les ha dado por ir al gimnasio y la comida sana, - «come arroz y pollo como yo», cantaron en la presentación,- convirtiéndose en unos fornidos culturistas.

Hicieron un descanso en plena sesión de levantamiento de pesas para agradecer la «bendita locura» que han vivido con su pasado triunfo y la gira de actuaciones por distintos pueblos «cantando carnaval». No dudaron en ponerse serios para reclamar a los visitantes del Faro del Caballo que recojan la basura y «vuelva con usted a su puta casa» y despertaron la carcajada del respetable tirando del hilo de la profesión de «nutricionista« del alcalde. »Va a implantar un proyecto de gobierno de comida saludable y 100% natural«.

Con mucha guasa parodiaron la baja estatura del regidor que con Eloy (otro edil) siempre de «guardaespaldas» son como Quijote y Sancho Panza. Fueron los primeros en ironizar sobre las tablas con los «100 días de la huelga de basuras», mofándose de que los vecinos aprovecharon para «tirar las nevera, ropa vieja, el zapatero, el colchón usado, el canapé y a un muerto dentro». De las luces de navidad dijeron que los socialistas echaron en falta el árbol y a nivel nacional, dieron la razón Ayuso, tirando dardos a Pedro Sánchez que «nos cuela la amnistía como fruta». Antes de regresar al ejercicio, lanzaron un alegato final contra al canon de belleza que impera en la sociedad.

Presumiendo de la suerte de nacer y ser de Santoña. Esa es la carta de presentación de los Canallas, que, esta edición, se disfrazan de santoñeses, con un aire de marineros. Cómo no podía ser de otra forma los vecinos se vieron irremediablemente reflejados en sus estrofas. Y es que ellos son el santoñés que «se coge la baja en la semana de carnavales, el que te habla pegando voces, el que aparca en la acera y en el que el marmite se te cuela....».

Estos paisanos loaron la belleza de su pueblo, «un paraíso anclado en la bahía», y aconsejaron al alcalde que «no deje que invada su pecho la soberbia» y seas «como tus antecesores»; advirtiéndole que «tenga ojo con la gaviota». Su lado más irónico lo sacaron a pasear con la celebración de los políticos locales en sus respectivas sedes, todas ubicadas, casualmente, en la misma calle.

En el popurrí, tuvieron zascas para los «hijos del pump track», que prometieron quitarlo si ganaban, pero «ahora ya no lo ven tan mal». Afearon el arte de los grafiteros, que han pintado el Faro del Caballo recién restaurado, invitándoles con sorna a que «pinten el coño a su hermana» y hasta se burlaron de que a Sergio Abascal, «ya no se le ve e, igual, las luces no las ha tenido él«. Como broche estos santoñeses de raza, - que solo van al Sardinero cuando gana el Racing - ensalzaron, antes de apagar sus voces, el duro faenar de los pescadores y el deseo de que siempre regresen sanos y salvos.

Rodeadas de decenas de globos de todos los colores encandilaron Las Marchosas al público. La murga femenina más veterana demostró, una vez más, su garra, energía y espíritu crítico sobre el escenario. Con cerca de 40 años de trayectoria, dejaron claro que «nunca se van a rendir, ni dejar de salir» en carnavales por «el cariño» que les da su pueblo.

Estas globeras, que no tienen pelos en la lengua, tildaron de «embustero y miserable» al presidente del Gobierno de España por «rodearse de asesinos» y «perdonar los millones de todos los españoles» a Cataluña por sus ansias de mandar. Dieron un buen repaso a los postres de los municipio se Cantabria que si corbatas, hojaldre, quesada, sobaos... pero «ninguno tiene un pueblo entero gobernado por un Suso».

Sin dejar de lanzar globos al aire, se burlaron de quién va a hacer las obras y dar licencias ahora en alusión al anterior edil del área, Moisés Cué, al que animaron «a vender su agenda por wallapop», y se cachondearon con el que alcalde no tiene tiempo para hacer cosas, porque «está todo el día besando a las 'viejecitas'». Hasta Revilla se hizo un hueco en su repertorio, pues le echan de menos en las fiestas de la región. Su espectáculo levantó al personal que las despidió con un sonoro aplauso.

El miedo se apoderó de la carpa con los muñecos diabólicos de Chucky y su novia de Por fin juntos. Con su particular pesadilla de terror, tomaron la palabra para brindar un merecido reconocimiento a la figura de los abuelos, poniendo en valor su lucha y sacrificio para levantar el país. El otro pasodoble se lo dedicaron a los directores de las murgas infantiles, que enseñan a cantar a los más pequeños garantizando el futuro de esta fiesta.

Con gran ingenio parodiaron la moda de hacerse tatuajes e ir al gimnasio. Y tras avisar de que vienen dispuestos a asustarte por carnavales, se rieron de la ola que se llevó la pasarela del Pasaje y «los 110.000 euros de los santoñeses que costó». En la declaración de Hacienda, cantaron, «han quitado este año la X de la iglesia para ponérselo a vascos y catalanes» y hasta las narices se mostraron de la fiesta de la Halloween, «con los niños pidiendo chuches de comercio en comercio y ya se van cenados».

En la ronda de 'salseo' tuvieron dardos para la reina Letizia a la que «se la ha liado su cuñado». Como colofón, confesaron, que su único demonio es el que llevan dentro «y les obliga a cantar a su pueblo».