![Un 'atajo' para salmones, truchas y anguilas](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/201711/03/media/cortadas/28759971--624x415-kYtE--624x415@Diario%20Montanes.jpg)
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Los salmones, pero también las truchas y las anguilas podrán remontar el Miera, en unos días, desde el pueblo de Rubalcaba. La Fundación Naturaleza y Hombre (FNyH) ya ha concluido los trabajos de construcción de una escala en esta antigua presa, por la que los atléticos peces puedan saltar río arriba. La de Rubalcaba forma parte del proyecto Life Miera y consta de una actuación en tres tramos, para salvar las barreras artificiales que se instalaron en el río, siglos atrás, para dar servicio a los molinos harineros de la zona. La de Rubalcaba se suma a la de Revolvo que, en este caso, construye la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC). La tercera presa objeto de actuación es la de Arral, pero allí las exclusas para el paso de los peces tardará en ejecutarse unos meses más y se completará el circuito.
Es el día cero, la cuenta atrás para que comiencen las obras de construcción de un paso para peces atléticos en la vieja presa de Rubalcaba. Allí los peces tienen hasta tres metros que salvar si quieren llegar a Linto, y eso no hay salmón ni trucha que lo consiga si el caudal es muy bajo. Los trabajadores de la FNyH están preparando el terreno y hacen una captura, mediante pesca eléctrica, de los peces que nadan en el entorno de la presa para que las obras no les afecten. «Lo que hemos hecho es capturarlos a redeño y transportarlos en dos tanques aireados unos dos kilómetros río arriba», explica Blanca Serrano, coordinadora del Proyecto Life Miera. La pesca ha salido bien y se han cogido 85 truchas, 230 piscardos y 8 anguilas que ya nadan a su aire río arriba y «tardarán en bajar, porque les hemos dejado en un sitio tranquilo», explican.
Es el tiempo que necesitan los obreros para construir el paso, un atajo natural para que puedan salvar la presa, sin ningún tipo de afección para ellos. «Todo lo hacemos siguiendo la normativa para este tipo de actuaciones y con el máximo cuidado y control», explica la responsable.
Blanca Serrano, Coordinadora
Sobre la presa, los días pasan, y la obra avanza. Se está construyendo un paso más sencillo y se ha levantado un muro en piedra de río para que no desentone en el paisaje. El mismo servirá para hacer el estanque y el escalón, desde el que luego saltarán los peces para salvar la presa. «Tendrán que saltar unos 50 centímetros, frente a lo que ahora tienen que salvar (1,20 metros). Se trata de hacer el salto más cómodo y fácil para la trucha en cualquier época del año, y no sólo cuando las condiciones son óptimas», añade la coordinadora de éste Life Miera.
De hecho, la prueba es que las truchas ya han saltado, se sabe por las capturas que se han hecho de manera preventiva para el traslado de los peces. No obstante, para lograr este híto, los ejemplares necesitaban hasta ahora «mucho caudal para hacerlo».
Los trabajos de Rubalcaba ya concluyeron esta semana y, en breve, se verán los resultados. Se trata de una obra con un presupuesto no muy elevado de 7.014 euros que se ha adjudicado a la empresa Cosalpa Figueras, cuyo plazo de ejecución era de un mes, pero el buen tiempo ha acortado la espera. El presupuesto está financiado por los socios comunitarios del proyecto, cuya mano ejecutora es la FNyH, pero forman parte Medio Ambiente, Agua, Residuos y Energía de Cantabria S.A. (MARE) y la Consejería de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social del Gobierno de Cantabria a través de Naturea Cantabria, además del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Fundación Biodiversidad.
El proyecto para que los salmones lleguen a territorio meracho (también las truchas y las anguilas) es una carrera con tres obstáculos vitales que salvar. Rubalcaba es uno de ellos, pero también la presa de Revolvo y la de el Arral.
En estos momentos, la de Revolvo también está en ejecución, pero no es una obra de FNyH, sino de Confederación Hidrográfica del Cantábrico. Esta actuación, una vez finalizada en unas semanas, contempla la construcción de un paso para estos peces saltarines que llevan siglos sin poder llegar a Liérganes, ya que la presa a salvar mide más de tres metros.
En todo caso, y aunque estaba previsto realizar otra exclusa o paso para salmones en la Presa de Arral, al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC), los permisos se han ralentizado y, aunque ya cuenta con autorización «habrá que esperar al año que viene, con el buen tiempo para hacerla», explican. En este caso, también es un proyecto bajo la tutela de la FNyH, y se hará de una manera reglada «con el máximo cuidado a la biodiversidad de la zona», y también atendiendo a la singularidad y belleza de la presa.
Que los salmones puedan volver a nacer en el Miera es una parte del proyecto Life Miera, que abarca 25 acciones diferentes, entre ellas la mejora del hábitat para que la nutria se encuentre cómoda en el río. Un proyecto que, según sus responsables, también está obteniendo buenos resultados, ya que se encuentran frecuentes huellas de que este simpático animal y mascota del Fluviarium de Liérganes, está ya muy a gusto en el caudal.
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