Vicente Olmos: «La cantidad de sentencias sin cobrar es ingente»

Aún con una sentencia en la mano, todavía no llega el carpetazo. Queda entonces pendiente el último paso, el cobro, y eso en ocasiones parece que nunca se materializa. Así ocurrió con el caso por el que ahora es noticia Olmos, que en origen fue llevado por otros letrados, y tras el proceso judicial, resuelto en Murcia, se dictaminó que al cliente se le debían más de 150.000 euros tras un incumplimiento de contrato.

Esa sentencia se hizo firme a principios de 2018, y hasta hace unos meses el damnificado no había cobrado el montante. «Pasaron casi dos años y sólo había recibido 29.000 euros de pagarés». Una estampa que es habitual y que, en este caso según Olmos, se debió a que los deudores se cubrieron las espaldas junto a que el anterior abogado que representó a su cliente «sólo hizo 'a, b y c'».

Fue entonces cuando el cliente, cansado de esperar, decidió cambiar de representante y se puso en contacto con Olmos. Una de las vías que planteó fue el RIJ, que «se había lanzado en verano de 2019 y podía darle un impulso al caso». Se trata de un fichero de morosidad gestionado desde la Abogacía del Estado para recoger información de deudas líquidas vencidas y reconocidas mediante una resolución judicial firme.

Aunque Olmos para cobrar la deuda utilizó «más cartuchos», cree que el que funcionó fue la amenaza de que el deudor pasará a formar parte de dicho registro. «Al poco me llamó la representante de la otra parte porque estaban interesados en pagar todo». El fichero sirve para su difusión al sistema financiero español y tienen acceso terceros que acrediten un interés legítimo en acceder a tal información. «El constar en un listado así es molesto para alguien que se mueve en el mercado mercantil», resume.

Olmos ante su actuación fue felicitado por Andrés de Diego, decano del Ilustre Colegio de Abogados de Cantabria, por convertirse en «el primer abogado de España en meter deuda al Registro y conseguir reducirla». Para Olmos, en un campo como la abogacía «en la que se sigue ejerciendo con más de 70 años», es importante gente nueva que, «aunque tenemos métodos no tan hábiles, porque la experiencia es un grado, adaptamos fácilmente nuevas herramientas».