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Lidia y Alfonso, ante la vivienda (al fondo) que adquirieron y no pueden disfrutar en Anero. Javier Cotera
«Compramos una casa, el antiguo dueño se ha atrincherado y, mientras, seguimos pagándola»

«Compramos una casa, el antiguo dueño se ha atrincherado y, mientras, seguimos pagándola»

Ribamontán al Monte-Anero ·

Lidia y Alfonso llegaron a la vivienda que acaban de adquirir en Anero y se encontraron que el anterior propietario seguía allí. Hasta que no haya una sentencia judicial no pueden echarle

Daniel Martínez

Santander

Sábado, 5 de agosto 2017, 12:03

Lidia Montaraz y Alfonso Iglesias se encuentran delante de su casa en Anero. Poseen en sus manos las escrituras del inmueble, el contrato de compraventa, los papeles en los que el banco les confirma la concesión de la hipoteca y las llaves de la ... vivienda. Han pasado por el notario y han realizado todos los trámites acorde a lo que marca la ley. Pero no pueden entrar. Desde el otro lado de la verja de la finca, que no se atreven a sobrepasar por miedo a represalias, ven como el antiguo dueño se niega a abandonar la propiedad. Ellos no pueden hacer nada, pero tampoco la Guardia Civil, sin potestad para obligarle a salir hasta que haya una sentencia judicial. Aunque sea tarde, están convencidos que llegará. «Él la está disfrutando mientras nosotros seguimos pagando y esperamos en una vivienda familiar», afirma indignada la pareja.

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