La Cruz de Valdecilla sigue sin restaurar dos años después del ataque vandálico

«Ya sabemos, los chavales hacen de las suyas», valora de buen humor José Luis Benito, párroco de la Iglesia de Santa María de Cudeyo, que se encuentra frente al humilladero de Valdecilla. El cura también reconoce que «varias veces los vecinos me han preguntado qué ha pasado con la cruz», a lo que él siempre responde lo mismo: «todavía hay que saber quién paga los platos rotos». Así lo confirman desde la Diócesis de Santander, que remarcan que están a la espera de que se cierre el proceso judicial que se abrió tras lo sucedido en diciembre de 2019, ya que desde el primer momento la Guardia Civil mantuvo que la escultura «no había caído de manera fortuita».

Desde el Ayuntamiento de Medio Cudeyo también apuntan en la misma dirección, y el concejal de Obras, Urbanismo y Recursos Humanos, Alfonso Maza, asegura que la cruz, con su imagen de Cristo y la Virgen de la Piedad, «está a buen recaudo». Asimismo, el edil se compromete a que el Ayuntamiento se hará cargo de la reparación «en el caso de que la sentencia no sea favorable y no haya una indemnización y el Obispado no pueda hacer frente al gasto». De hecho, Maza recuerda que «en su momento» ya se consultó a un cantero desde el Consistorio para que valorase cuánto supondría la intervención, que entonces se cuantificó «sobre los 23.000 euros».

Por su parte, el párroco dice que «confía plenamente en que antes o después la cruz quedará restablecida». Además, resalta que «estamos hablando de una reliquia de gran valor», por lo que, en su opinión, «no hacer la rehabilitación sería un olvido imperdonable». Tanto es así, que el crucero aparece catalogado como Edificio de Interés en el Plan General de Medio Cudeyo, al ser uno de los humilladeros más antiguos y más grandes del Camino de Santiago que transcurre desde Francia a Santiago de Compostela.